CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 1°/12/2015) - Las iglesias jóvenes hoy, en su
vida y en su obra de proclamar el Evangelio, encuentran factores que
debilitan la evangelización, que derivan, según el contexto, del Estado,
de la sociedad, de la cultura. Lo ha remarcado el Card. Peter Turkson,
hablando hoy en la segunda jornada de la Asamblea Plenaria de la
Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
“Se ve claramente – ha subrayado el presidente del Consejo Pontificio
para la Justicia y la Paz - que el crecimiento numérico impresionante”
de estas iglesia, “se ve acompañado del empeoramiento de la
inestabilidad en la mayoría de estos territorios”.
Pero hay algunos elementos y campos que mejoran el trabajo de
evangelización, como la formación de los laicos y el proceso de
“inculturación verdadero y equilibrado del Evangelio”. Además, entre las
actividades de las iglesias que atraen el mayor número de personas a
Cristo, en primer lugar está la actividad caritativa. Por otra parte,
señala el Card. Turkson, nos enfrentamos a “grupos neo-pentecostales que
presentan un evangelio hecho de prosperidad material, de prestigio,
salud”.
“Hoy las Iglesias jóvenes contribuyen a la misión universal de la
Iglesia – ha continuado diciendo el Cardenal - enviando sacerdotes
diocesanos y religiosos en las iglesias que más lo necesitan”, como en
Europa y América.
Junto a este impulso, se prospecta lo que algunos observadores han
definido como una “Iglesia emigrante”, en el cauce del fenómeno
migratorio que ha adquirido una dimensión global. El Cardenal ha
planteado a la asambleas dos cuestiones: ¿como, si es posible, ayudar a
estabilizar la situación de las sociedad y de las comunidades locales,
con el fin de frenar los flujos migratorios?; y ¿cómo puede la presencia
de refugiados en Europa dirigir a la Iglesia a re-descubrir su voz
profética?.