Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA (Agencia Fides, 25/01/2016) - “Incluso los rebeldes del LRA se detienen ante
el nombre del Papa Francisco. Cuando un seminarista de la parroquia de
San Andrés ha dicho a los rebeldes ugandeses que el coche y el ordenador
eran un regalo del Papa, no los han tocado”, afirma Su Exc. Mons. Juan
José Aguirre Muñoz, obispo de Bangassou, en cuyo territorio se encuentra
la parroquia de San Andrés de Bakouma en el sureste de la República
Centroafricana, que el 21 de enero ha sido atacada por un grupo de
rebeldes del LRA (Ejército de Resistencia del Señor), una formación de
origen ugandés que desde hace años siembra el terror en esta zona de
Centro-áfrica.
“Los asaltantes eran una docena, en su mayoría ugandeses, que hablaban
en swahili y en Inglés, tanto es así que necesitaban un intérprete.
Golpearon al seminarista presente y a las hermanas de una orden mexicana
que prestan su servicio en la parroquia”, dice el Obispo.
“Permanecieron en la parroquia y en la casas de las religiosas
aproximadamente 2 o 3 horas y luego se marcharon sin saquear la aldea.
Se han llevado radios, dinero, alimentos, medicinas e incluso ropa
interior, y han destruido algunas puertas y muebles. Ya he enviado
carpinteros para arreglar todo” refiere Mons. Aguirre.
En Bakouma no están presentes ni los militares, ni la Minusca (Misión de
la ONU en África Central), ni tampoco las fuerzas especiales ugandesas y
estadounidenses enviadas a la zona para dar caza al LRA. “La Minusca ha
enviado una misión para investigar lo ocurrido. Incluso los
estadounidenses que están en Obo, han enviado un helicóptero patrulla.
Aún así nos ha dado la impresión de que tanto el ejército ugandés como
los estadounidenses sabían que nuestra parroquia iba a ser atacada”,
comenta Mons. Aguirre, que concluye diciendo “en cualquier caso, la vida
de la parroquia continúa, las hermanas se han mantenido en su lugar
como verdaderas columnas de fe y de la misión”.