Nairobi, KENIA (Agencia Fides, 27/01/2016) - La educación es una herramienta fundamental
para la superación de las barreras religiosas, tribales y políticas,
además de ser un elemento esencial para el desarrollo humano. Está
convencido de ello Su Exc. Mons. Joseph Alessandro, obispo de Garissa,
una ciudad al norte de Kenia en la que, en abril del año pasado 148
estudiantes en el campus universitario, fueron asesinados en una masacre
reivindicada por los Shabaab de Somalia. Tras el
atentado “varias escuelas fueron cerradas después de que los padres
retirasen a sus hijos y los maestros solicitasen la transferencia por
temor a la repetición de ataques similares” dice Mons. Alessandro.
Sin embargo, este último año, los estudiantes están regresando a las
escuelas locales, varias de los cuales son católicas. “Es un signo de
progreso y valor para continuar con la educación, la prestación de
atención médica y la evangelización”, dice el Obispo, que tiene la
intención de volver a poner en marcha las actividades de la diócesis
donde lleva trabajando mucho tiempo primero como auxiliar y ahora como
Titular.
“Estamos planeando construir
nuevas escuelas primarias, una escuela secundaria y proporcionar
vivienda a los sacerdotes y religiosas que deseen servir en la
diócesis”.
La Diócesis de Garissa lleva cinco escuelas primarias y ocho escuelas
infantiles, frecuentadas por alumnos cristianos y musulmanes, un centro
de salud, clínicas ambulatorias y un centro de rehabilitación física.