miércoles, 16 de noviembre de 2016

El Papa saluda en diversos idiomas y pide oraciones y solidaridad para las víctimas del terremoto en el centro de Italia

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 16 de noviembre de 2016).-  En sus habituales saludos a los peregrinos presentes en la Audiencia General y procedentes de diversos países, el Papa FRANCISCO se dirigió, entre otros, a los fieles franceses de la Obra de Oriente, a los sacerdotes de la Unión Apostólica del Clero y a los de la diócesis de Agen con su Obispo Mons. Herbreteau.


También dio la bienvenida a los provenientes de los Países Bajos que participaban en la Audiencia con ocasión de la peregrinación jubilar de las diócesis holandesas, acompañados por sus obispos.


Entre los de habla  portuguesa mencionó a los sacerdotes y fieles de Rio de Janeiro, de Vatuporanga y de Patos de Minas; y entre los de lengua árabe a los procedentes de Jordania, Siria y Oriente Medio.


En fin, saludó a los italianos de la Federación de los Maestros del Trabajo que celebran el sesenta aniversario de su fundación y manifestó el deseo de que esa fecha contribuya a favorecer la inclusión social y económica, especialmente en los sectores más débiles de la población.


Después recordó la presencia de diversas asociaciones, como la Comunidad de los Hijos de Dios de Florencia, la Cruz Roja de Spoltore y la asociación “Naranjas de Navidad”, señalando la importancia de ser misericordiosos como el Padre y que el amor hacia los hermanos nos vuelve más humanos y más cristianos.


“En el mes de noviembre –dijo al final– la liturgia nos invita a rezar por los difuntos. No olvidemos a todos los que nos han querido y nos han precedido en la fe, como tampoco a aquellos de los que nadie se acuerda: el sufragio de la celebración eucarística es la mejor ayuda espiritual que podemos ofrecer a sus almas. Recordemos con un afecto particular a las víctimas del reciente terremoto en el centro de Italia: oremos por ellas y por sus familiares y sigamos siendo solidarios con todos los que han sufrido daños”.


Estas fueron sus palabras en español:


Queridos hermanos y hermanas:


He dedicado la catequesis de hoy a la obra de misericordia que nos pide «sufrir con paciencia los defectos del prójimo». En la Biblia, Dios se muestra como un Dios paciente y misericordioso, que soporta los lamentos de su pueblo. También Jesús fue paciente durante los tres años de su vida pública. Pensemos en el episodio de la madre de Santiago y Juan, que pidió para sus hijos que se sentaran uno a la derecha y otro a la izquierda en el Reino de los Cielos. Jesús, en cambio, aprovechó esa situación para enseñarles y corregirles.


Esta obra de misericordia espiritual está relacionada con otras dos: «corregir al que se equivoca» y «enseñar al que no sabe». Supone un gran esfuerzo ayudar a otros para que crezcan en la fe y caminen en la vida. 


La exigencia de aconsejar, amonestar y enseñar no nos ha de llevar a considerarnos mejores que los demás, sino, más bien, nos impulsa a entrar en nosotros mismos para verificar si somos coherentes con lo que pedimos a los demás. 


Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Les animo a poner en práctica las obras de misericordia, corporales y espirituales, para que todos puedan experimentar la presencia y ternura de Dios en sus vidas.