Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 17/11/2016) - Mientras que en el Líbano aumentan las señales
de la inminente puesta en marcha de un nuevo gobierno, encabezado por el
Premier suní Saad Hariri, el nuevo presidente, Michel Aoun, después de
reunirse en los días anteriores a su elección con el patriarca maronita
Bechara Boutros Rai, continúa la serie de reuniones con representantes
de las Iglesias y comunidades eclesiales que lo visitan para felicitarle
por su elección y presentar algunas de sus evaluaciones sobre el
delicado momento actual que vive el país de los cedros, mientras lucha
por salir gradualmente de la situación de estancamiento político e
institucional de los últimos años.
Ayer, Aoun recibió a la delegación de la Iglesia greco-melquita,
encabezada por el Patriarca Gregorio III Laham, y la de la Iglesia
siro-católica, guiada por el patriarca Ignace Youssif III Younan. El 10
de noviembre Aoun recibiño una delegación de la Iglesia siro ortodoxa,
encabezada por el patriarca Ignacius Aphrem II, que pidió al Presidente
que relanzase la campaña para conocer el destino de los dos obispos de
Alepo - el metropolitano siro ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim y
el metropolitano greco-ortodoxo Boulos Yazigi – desaparecidos en abril
de 2013 en una zona de Siria controlada por milicianos anti-Assad, y
favorecer si eso es aún posible, su liberación.
El pasado mes de enero, los primados de las dos
Iglesias sirio-antioquenas - el patriarca siro ortodoxo Ignatius Aphrem
II y el Patriarca siro católico Ignace Youssif III Younan – se
reunieron con Aoun en calidad de líder del Movimiento Patriótico Libre
durante la ronda rápida de consultas con los líderes de los partidos
políticos libaneses que ambos realizaron para pedir que se reserve un
escaño del parlamento nacional a un político perteneciente a la Iglesia
siro ortodoxa y otro a un representante de la comunidad siro católica.
El sistema de “cuotas” parlamentaria garantizadas a las minorías
cristianas ha estado en vigor en varios países árabes de mayoría
musulmana, como Egipto, Iraq y Jordania. En el Líbano, el delicado
sistema institucional reserva el cargo de Presidente de la República a
un cristiano maronita. Los Acuerdos de Taif, que en 1989 marcaron el
final de la guerra civil, disponen la igualdad numérica entre los
escaños parlamentarios reservados a cristianos y musulmanes.