Bujumbura, BURUNDI (Agencia Fides, 16/11/2016) - “Se están cometiendo crímenes contra la
humanidad y existe el peligro de caer en un genocidio” denuncia
Anschaire Nikoyagize, Presidente de Iteka, el referente local de la
Federación Internacional de derechos humanos (Fédération internationale
des droits de l'Homme-FIDH) que ayer, 15 de noviembre, presentó un
informe sobre las violaciones de los derechos humanos en el País.
Desde el estallido de la crisis política, en el mes de abril de 2015,
cuando el presidente Pierre Nkurunziza anunció su decisión de
presentarse para un tercer mandato, en violación de la Constitución y
del Acuerdo de Paz de Arusha, hasta la fecha, la FIDH estima que en
Burundi han muerto más de mil personas, además de las 8.000 que están
detenidas por razones políticas, y sin contar a las entre 300 y 800
desaparecidas, mientras que la violencia y la inseguridad han impulsado a
más de 300.000 personas a buscar refugio en el extranjero.
El informe de más de 200 páginas, resultado de una búsqueda en el campo
de más de un año y medio, atribuye la mayor parte de los crímenes a las
fuerzas del régimen y a las del partido gobernante, el CNDD-FDD, y en
particular a los milicianos del Imbonerakure, la organización juvenil
del partido que se ha convertido en una milicia al servicio del
presidente.
Además de los cometidos por las fuerzas del régimen, el informe denuncia
los crímenes cometidos por los grupos guerrilleros que se oponen al
Presidente Nkurunziza, las Forces Républicaines du Burundi (FOREBU) y la
Résistance pour un Etat de droit (RED-Tabara).
La FIDH lanza un llamamiento a la Unión Africana y a la ONU para el
despliegue en Burundi de una misión de imposición de la paz y de
búsqueda del diálogo político. De lo contrario se corre el riesgo de un
desastre, ya que, según el informe, “existen todas las condiciones para
ver perpetrarse un genocidio”.