Cuttack, INDIA (Agencia Fides,
24/10/2017) – Los cristianos del estado indio de Orissa (o
Odisha), a pesar de que viven en una situación de sufrimiento, tienen
una fuerte y clara conciencia de ser misioneros por el hecho de estar
bautizados. Y, felices por el anuncio del Papa Francisco con motivo de
la Jornada Mundial de las Misiones, se prepararán para vivir el “mes
misionero extraordinario” con la alegría de proclamar el Evangelio,
conscientes de que “la Iglesia es misionera por naturaleza, de lo
contrario no sería la Iglesia de Cristo, sino solo un grupo como
cualquier otro”, dice una fuente local de Fides.
Orissa necesita desarrollarse a nivel económico, social, educativo y
psicológico. Es el segundo estado más pobre de la India y en particular
el distrito de Kandhamal, que acoge a un gran número de cristianos, es
el más retrasado a nivel socio-económico. Pero también en lo que se
refiere a la libertad religiosa, las minorías como los cristianos tienen
grandes dificultades. Orissa es uno de los ocho estados en los que está
en vigor una ley anti conversión que limita la libertad religiosa y
también se utiliza para penalizar a las minorías no hindúes. Los
cristianos suelen ser amenazados y cuando se mueven para el trabajo
misionero pueden sufrir acusaciones de “proselitismo” por parte de
grupos extremistas hindúes como el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS),
Bajarangdal, Viswa Hindu Parishad, que a menudo afectan a dalit y adivas
(tribales). Estos grupos no parecen ver con buenos ojos que los Dalit y
Adivate frecuenten escuelas e instituciones cristianas. Y si un dalit
abraza la fe cristiana, es doblemente discriminado.
Después de 70 años de independencia, los derechos constitucionales como
el derecho a la religión, el derecho a la palabra, el derecho a profesar
cualquier religión no se respetan en la India. Han pasado nueve años
desde que, en 2008, los cristianos en Kandhamal sufrieron una verdadera
masacre. La Corte Suprema declaró el 2 de agosto de 2016 que el gobierno
estatal debería proporcionar una compensación adecuada para las
víctimas, por los hogares, iglesias, instituciones dañadas, propiedades
perdidas; pero esta orden no ha sido implementada”, ha recordado a la
Agencia Fides el sacerdote Manoj Kumar Nayak, en su recientemente
intervención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
La realidad es que en la burocracia estatal y en el poder judicial, los
altos funcionarios son hindúes y esto provoca retrasos o deficiencias en
el cumplimiento de las necesidades legítimas de las minorías
cristianas. La Iglesia está haciendo mucho por los pobres Dalit y
Adivas, por su educación y por el cuidado de la salud. “Los cristianos -
concluye a la Agencia Fides el p. Nayak: por su naturaleza, quieren
construir paz, la unidad y la armonía. En esto, los cristianos de
Kandhamal son un ejemplo: su fe está viva y su testimonio de dicha
evangélica es un ejemplo para todos los bautizados en la India”.