Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 23/10/2017) - “En Pakistán, el cristianismo llegó hace casi
150 años gracias a misioneros europeos y estadounidenses, franciscanos,
dominicanos y de otras órdenes religiosas. Los misioneros han hecho
mucho por nosotros, han construido iglesias y escuelas, bautizado,
dispensado los sacramentos y comenzado tantas actividades pastorales,
sociales y de caridad. Ellos merecen toda nuestra gratitud. Pero ahora
depende de nosotros. Esto es lo que nos dice el mes misionero
extraordinario proclamado por el Papa Francisco. Es nuestra
responsabilidad llevar el Evangelio a Pakistán hoy”, así lo Explica a la
Agencia Fides el p. Jahanzeb Iqbal, rector y párroco de la Catedral de
Lahore, al comentar la carta que el Papa Francisco hizo pública ayer
para celebrar el centenario de la Encíclica Maximum Illud (1919) de
Benedicto XV, proclamando oficialmente un “mes misionero extraordinario”
para octubre de 2019.
“Todo lo que somos hoy - explica el p. Iqbal: se lo debemos a los
misioneros. Especialmente gracias a ellos hemos recibido el inestimable
don de la fe. Tenemos un corazón lleno de gratitud: han dejado sus
países y han dado sus vidas por nosotros. De niño veía muchos misioneros
en nuestras iglesias, ahora hay muchos menos, lo que significa que la
Iglesia de Pakistán ha dado pasos para ser autónoma y está creciendo por
la gracia de Dios. Ahora es nuestro tiempo. El Señor nos llama, como
dice el Papa Francisco, a ser auténticos discípulos y misioneros:
Pakistán necesita el anuncio del Evangelio y esta es ahora tarea
nuestra. Con este espíritu prepararemos y viviremos el mes misionero
extraordinario. A veces somos un poco perezosos y entonces es útil
recordar el ejemplo y el entusiasmo de los primeros misioneros que
llegaron al sub-continente indio antes del nacimiento de la misma nación
de Pakistán, y que comenzaron entre miles de dificultades, siempre
confiando en el
poder del Espíritu Santo”.
Entre los desafíos que vive hoy la Iglesia paquistaní, el párroco
observa que “a nivel interno se pueden percibir celos que a veces
condicionan las obras y a toda la comunidad y esto no es bueno para el
trabajo pastoral: tenemos que mejorar este aspecto en nuestra iglesias”.
Además, señala, “nuestras iglesias a menudo se encuentran en
dificultades debido a la falta de fondos y recursos para llevar a cabo
todo el trabajo apostólico que nos gustaría poder realizar. Nuestras
familias cristianas son muy pobres y sus ofertas no son suficientes para
sostener la comunidad. Todavía necesitamos ofertas del extranjero”.
Otra cuestión urgente es, “la presencia en los medios de comunicación:
en esto, como comunidad católica, sufrimos el gran compromiso de las
redes cristianas protestantes que, con su televisión, llegan a muchos
creyentes y en ocasiones incluso engañan a los católicos”, explica el p.
Iqbal.
No se puede pasar por alto la esencia misma de la Iglesia paquistaní,
que es “una pequeña minoría en un entorno islámico: a veces nuestros
fieles temen a los musulmanes, viven con cierta discriminación, temen
los abusos y la violencia: por lo tanto, la vida no es fácil para ellos,
ya que pueden ser acusados, encarcelados, incluso asesinados. Pero esta
es nuestra realidad y nuestra vida, vivimos serenamente y con gran fe,
confiando en Dios para no perder su gracia, que es la fuerza que nos
mantiene en pie todos los días”, concluye el rector de la catedral de
Lahore.