CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 24 de octubre de 2017).- Del 23 al 25 de octubre se celebra en Roma, en la Sala de la Protomoteca del Capitolio , la Cumbre Internacional “Agua y Clima. Encuentro de los grandes ríos del mundo”. Ayer
durante su apertura, el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin,
leyó el mensaje enviado por el Santo Padre FRANCISCO a los participantes
en el evento y pronunció el discurso que publicamos a continuación.
Discurso del Cardenal Secretario de Estado
Señor Presidente del Consejo,
Sres. Ministros,
Excelencias,
Señoras y señores,
En primer lugar, me complace leer el Mensaje que el Papa FRANCISCO ha enviado a esta Cumbre:
Su Santidad el Papa FRANCISCO dirige su saludo a todos los
participantes en la Cumbre Internacional “Agua y Clima. Encuentro de
los grandes ríos del mundo”, junto con sus mejores deseos para los
trabajos, destinados a identificar las formas de preservar el precioso
don del agua para el futuro de la humanidad. Su deseo es que vuestro
esfuerzo conjunto para sensibilizar la conciencia de la comunidad
internacional acerca de los problemas urgentes de las principales
cuencas fluviales del mundo no sólo lleve a soluciones prácticas, sino
que también ponga de relieve la necesidad de un enfoque más integrado
con el fin de promover el desarrollo y la difusión de una "cultura del
cuidado" (Laudato si ', n. ° 231). En particular, el Papa FRANCISCO
confía en que la amenaza que representa el cambio climático para
nuestros hermanos y hermanas en los países más vulnerables pueda
encontrar respuestas oportunas y efectivas. Encomendando las
deliberaciones de la Cumbre a la guía del Todopoderoso, Su Santidad
invoca bendiciones de sabiduría y perseverancia para los participantes y
para todos los comprometidos en el progreso de una mayor atención a
nuestra casa común.
Permítanme, que después de las palabras de Francisco, aborde brevemente
algunos aspectos de la reunión de hoy, centrada en un recurso esencial
como el agua, que San Francisco en su Cántico de las criaturas llama
"hermana agua" y define "muy útil, humilde, preciosa y casta ".
No es necesario, por una parte, subrayar la importancia del agua, un
elemento indispensable para los seres humanos en todos los ámbitos de la
vida.
Por otra parte, todos somos conscientes de que el aumento constante de
la demanda de agua, agravada por el cambio climático, es uno de desafíos
más serios de hoy y de mañana que se plantean a la comunidad
internacional.
Esto requiere que todos nosotros aumentemos de manera responsable
nuestros esfuerzos para profundizar de manera más amplia el tema del
agua, en sus diferentes significados. Pienso por ejemplo:
El agua como componente esencial para la vida humana y los
ecosistemas terrestres y acuáticos, que se refiere a ese derecho humano
al acceso al agua cada vez más debatido en numerosos foros . El acceso
al agua es, de hecho, uno de los derechos inalienables de todo ser
humano, ya que es un requisito previo para el ejercicio de la mayoría de
los otros derechos humanos (ver. Laudato si ','no. 30), tales
como el derecho a la vida, a la alimentación y a la salud. En esta
perspectiva, la gestión del agua, bien común de la humanidad, debe
permitir el acceso de todos, especialmente de aquellos que viven en la
pobreza;
- El agua como un elemento al que no pocas religiones han atribuido una
valencia "espiritual" y "simbólica"; baste pensar en el papel de
"purificación" del agua tan bien delineado en muchas de ellas;
- el agua como factor clave para el desarrollo. La escasez de agua o su
mala gestión, constituyen, efectivamente, un "factor limitante" del
desarrollo humano: incluso en la presencia de otros factores (trabajo,
tierra, minerales y otros recursos naturales) la escasez o la mala
gestión del agua impiden una vida digna, la agricultura, la
ganadería, las actividades productivas, el saneamiento adecuado y
comportan desigualdades y migración forzada;
- el agua también como un elemento destructivo de la vida en la Tierra,
a través de diversos fenómenos naturales extremos relacionados con su
abundancia o su escasez, por desgracia fenómenos que ocurren cada vez
con más intensidad y frecuencia;
- el agua como causa potencial de "conflicto" o, por el contrario, de
solidaridad, especialmente cuando existen recursos hídricos compartidos
entre dos o más estados.
Y precisamente sobre dos últimos puntos me gustaría reflexionar
brevemente, ya que están estrechamente relacionados con el tema de
nuestra Cumbre: el vínculo entre agua y clima y la gestión de los
recursos hídricos compartidos.
Hablando de la relación entre agua y clima, no se puede negar que el
problema del agua como un "factor limitante" del desarrollo está aún
más acentuado por el problema del cambio climático, que afecta al ciclo
hidrogeológico y depende no sólo de elementos naturales , sino también
de actividades antrópicas mal administradas que pueden crear
alteraciones y desequilibrios en el mismo ciclo. Considerad, por
ejemplo, la contaminación de las faldas acuíferas o de los ríos, o la
destrucción de los bosques. Por otra parte, existe un fuerte nexo entre
el cambio climático y los desastres relacionados con el agua: se estima
que alrededor del 90% de los principales eventos extremos producidos
en los últimos treinta años se puede atribuir al agua[1].
En esta perspectiva, una gestión integrada de los recursos hídricos es
una de las principales herramientas para fortalecer la resiliencia y la
adaptación al cambio climático.
En segundo lugar, el agua puede ser objeto de conflicto y contiendas
(cada vez están más generalizadas las llamadas "guerras del agua"),
especialmente en presencia de ríos, lagos o embalses hidrográficos
compartido entre varias naciones. Sin embargo, adoptando un cambio de
perspectiva orientado hacia el futuro, el agua puede verse como un
elemento de colaboración y diálogo, oportunidad para la paz y la
solidaridad a través de acuerdos políticos o tecnológicos, iluminados y
responsables, de gestión participativa en función del valor precioso de
"compartir". Los recursos hídricos transfronterizos, "compartidos" por
varios Estados, ofrecen oportunidades tanto de competición y conflicto
como de cooperación y solidaridad, ya que son un factor clave para la
estabilidad económica de cada Estado. Se están desarrollando conceptos
como "hidro-solidaridad" o "hidro-diplomacia". En la
segunda mitad del siglo XX se negociaron más de 200 tratados sobre el
agua, demostrando a menudo que la cooperación transfronteriza en el
ámbito del agua es un buen ejemplo de la prevención a largo plazo de
conflictos, ya que los países dotados de mecanismos de cooperación en
este ámbito raramente han recurrido a la guerra.
Hacen falta, pues, nuevos enfoques sobre el agua, de carácter
legislativo, institucional , político, económico, técnico y ético, y
por lo tanto también educativo y cultural (cf. Laudato si ', n
30) , basados en la certeza de que el tema del agua requiere una visión
a largo plazo, en la perspectiva de esa ecología integral tan bien
delineada por el Papa FRANCISCO en Laudato si ',. Es necesario
asumir el compromiso de incluir el tema “agua” en todos los debates
sobre el desarrollo en el escenario mundial: en los próximos años serán
necesarias nuevas inversiones financieras destinadas sea a aumentar la
resiliencia y reducir así los riesgos de desastres naturales sea a
favorecer la promoción de un verdadero desarrollo humano integral; es
bueno que el acceso al agua y la gestión integrada de los recursos
hídricos sean elementos centrales de las reflexiones encaminadas a
determinar esas inversiones.
La necesidad de identificar enfoques innovadores también requiere
nuevas formas de cooperación entre público y privado, nuevos modelos de
asociación, en el ámbito de una planificación racional del agua, que
tengan en cuenta fenómenos como el cambio climático, la difusión y
asimilación de información entre la población, la modificación a largo
plazo de los comportamientos y de los usos con respecto al agua. En la
base de estos enfoques, debe estar la prioridad de la satisfacción de
las necesidades de seguridad hídrica de los pobres a través de
políticas hídricas a favor de los pobres, así como la revitalización
del ámbito local mediante la promoción de la descentralización, es
decir , de la subsidiariedad, de la valoración de los conocimientos y
experiencias de las poblaciones y de las comunidades locales.
Espero que de la Cumbre que comienza hoy, surjan nuevos elementos
para desarrollar estas formas de solidaridad y "diplomacia
transfronteriza" basadas en el agua. Gracias.
[1] [1] Cfr. Par. 5 of the Cancun High-Level Communiqué,
24 May 2017, of the Fifth Global Platform for Disaster Risk Reduction:
«We further identify the close nexus between climate change and
water-related disasters which account for almost 90% of the 1,000 most
disastrous events since 1990».