Niamey, NIGER (Agencia Fides, 31/10/2017) - El domingo 29 de octubre, los barrios del
Centro de Niamey se parecían a las guerrillas urbanas de otras épocas”,
escribe a la Agencia Fides el p. Mauro Armanino, misionero de la
Sociedad de Misiones Africanas (SMA), quien desde hace años vive y
trabaja en Níger. “Neumáticos, piedras, palos, gases lacrimógenos y
cargas policiales han marcado una manifestación no aprobada que ha
pasado de ser una reunión a una marcha violenta”. Al menos 23 policías
han resultado heridos en enfrentamientos, según las autoridades, que
acusan al ex primer ministro en el exilio, Hama Amadou, de fomentar las
protestas a través del uso de las redes sociales dirigidas por sus
partidarios en los Estados Unidos y algunos países europeos.
Según el p. Mauro los motivos de la protesta son reales: “La educación
escolar nacional se encuentra en una etapa avanzada de desmantelamiento,
la atención médica es casi nula, las finanzas públicas son desastrosas y
la vida política está llena de escándalos interminables y de
corrupción. Todo ello dentro de un contexto de estado de emergencia
extendido en varias partes del país a causa de los ataques terroristas”.
“El anuncio de la financiaria del 2018 que la sociedad civil teme podría
poner a los ciudadanos de rodillas, ha contribuido a despertarlos del
sueño fatal en el que parecían haber caído”, agrega el misionero.
“Ya en el pasado, las movilizaciones contra el aumento de los aranceles
habían plegado sus fuerzas al poder. Pero eran otros tiempos y otros
contextos”, dice el p. Mauro, recordando que Níger se ha convertido en
el centro estratégico de las operaciones militares de Francia y Estados
Unidos en el Sahel, como lo demuestra el ataque del 5 de octubre en el
que cuatro “cascos verdes” de EE. UU. Y al menos cinco soldados de Níger
fueron asesinados. “Mientras tanto, sorprende
que, sin mencionar la escandalosa administración del poder, los
cancilleres occidentales (y los cancilleres chinos, indios y turcos)
convierten a Níger en un polo elegido de estabilidad y garantías en el
caótico espacio del Sahel”, subraya el p. Mauro.
“Un Níger útil para luchar contra la migración, sede de los ejércitos
francés, estadounidense y dentro de poco también italiano, que en última
instancia sólo importa porque es conveniente. Las condiciones de vida
de las personas, los pobres de la ciudad, los agricultores que siempre
han sido excluidos, todos ellos no importan. Es por eso que el humo de
los neumáticos y el del gas lacrimógeno son la señal de que lo que se
está quemando es la esperanza de los pobres”, concluye el p. Mauro.