Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 21/09/2018) - “Observamos con gran consternación que la
violencia que hemos denunciado en pasado continúa sin cesar”, denuncian
los obispos nigerianos en una declaración publicada al finalizar su
Segunda Asamblea Plenaria celebrada en Sokoto del 6 al 14 de septiembre.
“Vemos con profunda tristeza el modo en que los indefensos nigerianos
son brutalmente masacrados, debido a diferencias religiosas y políticas,
disputas territoriales y otras razones”, afirma el documento recibido
en la Agencia Fides. “Notamos que el gobierno suele ser lento en
responder a la violencia y, a menudo, permite que muchos de los
perpetradores de estos crímenes atroces queden impunes, creando así una
cultura de la impunidad”, escriben los obispos expresando su “más alta
condena por estos crímenes” y pidiendo “al gobierno que defienda la vida
y la propiedad de cada ciudadano nigeriano”. Los Obispos también
defienden la causa “de miles de compatriotas desplazados para que se les
ayude a regresar a sus hogares y se les devuelvan sus tierras lo antes
posible”.
El comunicado también pide “a todos los niveles del gobierno que
respeten los derechos de los ciudadanos y de los grupos a practicar su
propia religión sin impedimentos”. “En este espíritu, los gobiernos
deberían permitir que los grupos religiosos compren terrenos para la
construcción de lugares de culto, escuelas, hospitales y centros de
asistencia social cuando les surge la necesidad. Al mismo tiempo,
instamos a todos a evitar actos de fanatismo religioso y en lugar de
esto a promover la coexistencia pacífica y la armonía.
La religión es
una cuestión de convicción, no de coacción”.
Por último los obispos lanzan un llamamiento por la liberación
incondicional de Leah Sharibu, una estudiante secuestrada en febrero, en
Dapchi, junto con algunas de sus compañeras por una facción de Boko
Haram. Mientras sus compañeras fueron liberadas tras cuatro semanas,
Leah Sharibu, de 15 años de edad, todavía está prisionera porque se negó
a renegar de la fe cristiana.
“Pedimos que el gobierno federal garantice la liberación incondicional
de Leah Sharibu. Ella todavía está prisionera porque se negó a abjurar
de la fe cristiana” afirman los obispos. También exigimos que el
gobierno federal garantice una liberación segura de las niñas
secuestradas en Chibok que aún siguen prisioneras y de todas las demás
personas detenidas contra su voluntad. Instamos a sus familias a
permanecer firmes en la oración y ano perder la esperanza, asegurándoles
nuestras oraciones”.