Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 24/01/2020) - Casi tres meses después de la renuncia del
gobierno liderado por Saad Hariri, en un clima político y social aún
marcado por tensiones sin resolver, el Líbano se está preparando para
tener un nuevo equipo de gobierno, dirigido por el sunita Hassan Diab
(vease foto), de 60 años de edad, ex profesor de la American University
de Beirut. El nuevo ejecutivo estará formado por el primer ministro y 19
ministros, 13 hombres y 6 mujeres. También esta vez, desde un punto de
vista confesional, el equipo del gobierno representará una proyección
del mapa religioso libanés: entre los 19 nuevos ministros habrá 4
cristianos maronitas, 4 musulmanes chiitas, 3 musulmanes sunitas, 3
cristianos greco ortodoxos, 2 drusos, 2 cristianos greco católicos y una
cristiana armenia ortodoxa.
Los nombres del equipo del gobierno se anunciaron el martes pasado,
poniendo fin a un estancamiento de varios meses, provocado por las
protestas en las calles contra el establishment del gobierno que
causaron la renuncia del ex primer ministro Hariri el 29 de octubre de
2019.
Se espera que el nuevo gobierno - que cuenta con el apoyo de la
coalición que también incluye al partido chiíta Hezbolá y el Movimiento
Patriótico Libre (formación política fundada por el actual presidente
libanés, el maronita Michel Aoun) -, se gane la confianza del Parlamento
la próxima semana, aunque no parece satisfacer las demandas de las
manifestaciones anti-sistema que han sacudido al Líbano durante meses y
que han estado marcadas por la violencia y los enfrentamientos
callejeros en los últimos días El nuevo ejecutivo de hecho, se muestra
compuesto por técnicos vinculados a los partidos que también apoyaban a
la coalición anterior, mientras que entre los manifestantes se pedía que
se encomendase la solución de los graves problemas económicos y
sociales nacionales a tecnócratas totalmente independientes de las
fuerzas que han dominado la escena política libanesa.
“Los medios de
comunicación son pesimistas, pero nosotros somos optimistas", declaró el
martes pasado el presidente del parlamento, el chiíta Nabih Berri. Y
también el cardenal Bechara Boutros Rai, patriarca de Antioquía de los
maronitas, el miércoles 22 de enero, subrayó la necesidad de "dar una
oportunidad" al nuevo ejecutivo, mientras que las movilizaciones
callejeras confirman la persistente negativa por parte de fuerzas y
sectores de la sociedad que no pretenden conceder ningún crédito al
nuevo ejecutivo.
En el Líbano, en el sistema institucional basado en el equilibrio entre
los diferentes componentes confesionales, el jefe de gobierno debe ser
un musulmán sunita, mientras que el presidente del parlamento debe ser
un chiíta y el presidente de la República debe ser un cristiano
maronita.