SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA DELEGACIÓN DE PESCADORES
DE SAN BENEDETTO DEL TRONTO (ASCOLI PICENO)
A LA DELEGACIÓN DE PESCADORES
DE SAN BENEDETTO DEL TRONTO (ASCOLI PICENO)
Sala Clementina
Sábado, 18 de enero de 2020
Sábado, 18 de enero de 2020
Queridos hermanos y hermanas:
Me alegro de conoceros y os saludo a todos cordialmente. Agradezco a
vuestro obispo sus palabras, así como a los sacerdotes aquí presentes,
que acompañan espiritualmente vuestro trabajo y a vuestras familias. A
lo largo de la costa de las Marcas salís tanto si el tiempo es bueno
como si es malo para sacar del mar lo necesario para vivir, con tanta
pasión, tantos sacrificios e incluso algún peligro. Y vuestros seres
queridos comparten las dificultades y la precariedad que implica este
tipo de vida.
Vosotros sois una categoría significativa en la vida social del
territorio. En el progreso que caracteriza a la sociedad moderna, el
pescador puede sentirse a veces tentado por el deseo de un trabajo
seguro en tierra firme. Sin embargo, los nacidos en el mar no pueden
erradicar el mar de sus corazones. Os exhorto a no perder la esperanza
ante los inconvenientes e incertidumbres que desgraciadamente afrontáis:
¡No os falta valor! Al mismo tiempo, es necesario que se valore vuestro
trabajo, a menudo arriesgado y duro, apoyando vuestros derechos y
vuestras aspiraciones legítimas.
Por mi parte, quisiera expresaros un agradecimiento especial por la
actividad de saneamiento del fondo marino que habéis emprendido con el
apoyo de otras asociaciones y la colaboración de las autoridades
competentes. Esta iniciativa es muy importante, tanto por la gran
cantidad de residuos, sobre todo de plástico, que habéis recuperado,
como -y yo diría que sobre todo- porque puede ser y ya se está
convirtiendo en un modelo repetible en otras zonas de Italia y del
extranjero. La operación "A Pesca de plástico", que habéis llevado a
cabo de forma voluntaria, es un ejemplo de cómo la sociedad civil local
puede y debe contribuir a abordar temas de importancia global, sin
disminuir, al contrario, estimulando la responsabilidad de las
instituciones. Y veo que seguís adelante, porque le decía a vuestro
obispo que la otra vez que el grupo vino, me hablaban de 6 toneladas,
ahora de 24: ¡se avanza!
Queridos amigos, el vuestro es un trabajo antiguo. Mi predecesor
Pedro también era pescador. En el Evangelio leemos una serie de
acontecimientos relacionados con la vida y el mundo de los pescadores.
Los primeros discípulos de Jesús eran "colegas" vuestros, y los llamó a
seguirlo justo cuando estaban echando las redes a la orilla del lago de
Galilea. Me gusta pensar que todavía hoy, aquellos de vosotros que son
cristianos sienten la presencia espiritual del Señor a su lado. Vuestra
fe anima valores preciosos: la religiosidad popular que se expresa en la
confianza en Dios, en el sentido de la oración y en la educación
cristiana de los hijos; la estima de la familia; el sentido de la
solidaridad, porque sentís la necesidad de ayudaros mutuamente y de
ayudar a los necesitados. Por favor, ¡no perdáis estos valores!
Con estos deseos, os encomiendo a la protección de la Virgen María, a
la que veneráis como "Nuestra Señora de la Marina", y de vuestro patrón
San Francisco de Paula. Invoco sobre vosotros, sobre vuestras familias y
sobre vuestro trabajo la bendición del Señor. Y os pido, por favor, que
recéis por mí. ¡Gracias!





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