Lima, PERÚ (Agencia Fides, 10/01/2020) – Tres días de intenso trabajo, del 6 al 8 de
enero, en el Colegio San Agustín de Lima (Perú), caracterizaron la
Asamblea sinodal arquidiocesana de Lima. Los 800 participantes,
incluidos delegados laicos, religiosos, párrocos y vicarios de la
arquidiócesis, se reunieron en un evento histórico para discutir y
compartir las líneas comunes que serán el tema de la carta pastoral y el
plan pastoral arquidiocesano.
De acuerdo con lo que el Padre Luis Sarmiento, portavoz de la Asamblea
Arquidiocesana sinodal de Lima informó a Fides, todos los días hubo la
intervención de un Obispo, quien indicó la línea a seguir en el trabajo
grupal para reflexionar sobre el documento de trabajo entregado a Todos
los delegados de las parroquias. Cada parroquia estaba representada por
sacerdotes y cuatro laicos: dos jóvenes y dos adultos. El padre
Sarmiento hizo hincapié en que la presencia de los jóvenes delegados de
cada parroquia se quería para tener diferentes opiniones representadas.
"El Papa Francisco nos invita a visitar los suburbios, que también
podrían estar dentro de mi casa, en la misma parroquia", dijo el
portavoz.
El arzobispo Carlos Castillo de Lima presidió la celebración eucarística
de acción de gracias por estos tres días de reflexión y debate. El
Nuncio Apostólico en Perú, Mons. Nicola Girasoli, los Obispos Auxiliares
de Lima, Mons. Ricardo Rodríguez y Mons. Guillermo Elías, y todos los
sacerdotes de la arquidiócesis concelebraron.
"Todos los problemas nuevos que vemos y que tendremos ante nosotros
tienen una posibilidad de solución si tenemos un corazón amplio y un
espíritu abierto, que es el Espíritu de Dios. Con su fuerza y su
inspiración podemos encontrar soluciones para todas las cosas ", dijo
durante su homilía. Al comentar sobre el Evangelio proclamado (Mc 6,34),
el Arzobispo dijo, entre otras cosas, que la gran pregunta que ha
surgido en estos días ha sido "tratar de sintonizar con lo que vive
nuestro pueblo, darles siempre en armonía, con Dios que vive en nuestro
pueblo, en las personas ungidas por Dios, que sufren, que preguntan y
piden, que pueden haber cometido muchos errores pero que también tiene
cosas interesantes que decir".