lunes, 2 de marzo de 2015

Ángelus del Santo Padre: "Dejémonos transfigurar por el Amor" y reza por Siria, Irak y Venezuela

CIUDAD DEL VATICANO, 1° de marzo 2015(VIS).- ''En el segundo domingo de Cuaresma, la Iglesia nos indica la meta de este itinerario de conversión, es decir, la participación en la gloria de Cristo''. Son las palabras del Papa FRANCISCO antes del rezo del Ángelus dominical y a su regreso de la semana de Ejercicios Espirituales, con las que recordó también que el Evangelio del pasado domingo nos presentaba a Jesús en el desierto, victorioso tras haber sido tentado por Satanás.

''Hoy el Evangelio -continuó- relata el episodio de la Transfiguración, al culmen del ministerio público del Señor Jesús, en su camino hacia Jerusalén donde se cumplirán las profecías del “Siervo de Dios”, y se consumará su sacrificio redentor''. El Pontífice recordó como ni la multitud, ni los apóstoles, entendían que el éxito de la misión de Jesús fuera la pasión gloriosa, y cómo Éste decidió entonces mostrar un anticipo de su Gloria a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, para confirmarlos en su fe y animarlos a seguirlo en el camino de la prueba, en el camino de la Cruz. ''Desde el cielo -añadió- se escuchó la Voz del Padre: Éste es mi Hijo querido. El amado. Escúchenlo''.

El Papa explicó que escuchar a Cristo comporta asumir la lógica de su misterio pascual, poniéndonos en camino con Él para hacer de nuestra propia existencia un don de amor a los demás, en obediencia dócil a la voluntad de Dios Padre, con una actitud de desprendimiento de las cosas mundanas, y de libertad interior. ''Comporta el estar listos a perder la propia vida, entregándola, para que todos los hombres se salven y así encontrar la felicidad eterna. En medio, habrá siempre una cruz, la de las pruebas, pero al final siempre nos lleva a la felicidad''. Finalmente, el Santo Padre animó a todos a ''dejarse transfigurar por el amor, capaz de transfigurar todo, e invocar a la Virgen María para que nos sostenga en este camino''.

Al final de la catequesis el Papa lanzó un llamamiento ante la ''dramática situación en Siria e Irak'', desde no dejan de llegar noticias ''relativas a violencias, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a las personas involucradas en estas situaciones -dijo- que no las olvidamos, sino que estamos cerca de ellas y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la brutalidad intolerable de la cual son víctimas''. FRANCISCO comentó que junto con los miembros de la Curia Romana había ofrecido esta intención el viernes pasado en la última Santa Misa de los Ejercicios Espirituales, y pidió a todos, ''según las propias posibilidades, trabajar para aliviar el sufrimiento de cuantos están en la prueba, a menudo solamente por la fe que profesan. Recemos por estos hermanos y estas hermanas que sufren por la fe en Siria y en Irak ''.

El Pontífice recordó también la aguda tensión que está viviendo Venezuela. ''Rezo -continuó - por las víctimas y, en particular, por el chico muerto hace pocos días en San Cristóbal. Exhorto a todos a rechazar la violencia y a respetar la dignidad de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y los animo a volver a emprender un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y diálogo, sinceros y constructivos''.