Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 20/01/2016) - “La violencia con motivación religiosa de
fondo, viene de lejos en Nigeria”, ha afirmado el Cardenal John
Onaiyekan, Arzobispo de Abuja, en su discurso en la Facultad de Derecho
de la Universidad de Ahmadu Bello, en Zaria, estado de Kaduna.
“Hace aproximadamente dos décadas, empezamos a ver el crecimiento de un
fenómeno que afectaba negativamente la armonía religiosa”, ha dicho.
“Empezamos a ver el crecimiento de un fanatismo rígido, que mantiene a
la gente adherida de manera estricta a su fe hasta el punto de decir que
sólo ellos son aceptables a los ojos de Dios. Esto lleva a excluir
totalmente a cualquier persona que no siga esta línea (de estos
fanáticos)”.
El Cardenal ha señalado que los fanáticos musulmanes, pero también los
cristianos, interpretan de forma distorsionada los pasajes del Corán y
de la Biblia. “Hemos visto - añade el purpurado - como el extremismo
doctrinal se convierte fácilmente en violencia física. Disturbios y
conflictos mortales son el desarrollo natural de la negación fanática y
exclusiva del otro. La anomalía de Boko Haram es un caso claro”.
Por esto, el Cardenal Onaiyekan afirma que “condenar la violencia de los
terroristas no es suficiente. También tenemos que hacer frente a la
grave amenaza que representa los que predican la exclusión de una fe que
no sea la suya, aunque estén en las mezquitas o en las iglesias”.