Hoy, hay más de 60 millones de personas refugiadas y desplazadas en el mundo. La gran mayoría permanecen en países cercanos al suyo, pero la necesidad de buscar lugares seguros y con esperanza de futuro les empuja a cruzar fronteras y llegar, por ejemplo, a Europa, ha recordado el padre Alberto Ares SJ, Delegado del Sector Social de los jesuitas en España.
El Mediterráneo se ha convertido en la frontera más desigual y mortífera del mundo. Los 3.771 muertos intentando llegar a Europa por mar en 2015 suponen “un escándalo ético”. El p. Ares ha recordado también que en 2015, 3.845 personas entraron directamente a España por la península y 10.900 personas entraron por Ceuta y Melilla, hoy el principal punto de entrada de personas refugiadas al país.
Miguel González, Coordinador del Servicio Jesuita a Migrantes en España, ha ilustrado dos de las cuatro líneas fundamentales de la campaña; la acogida y la sensibilización. La primera se centra en “cubrir las necesidades y los derechos de las personas refugiadas y migrantes desde todos los ámbitos posibles; acogida temporal, alojamiento de emergencia, en dependencias parroquiales, defensa y apoyo jurídico, apoyo psicosocial, formación socio-laboral, idiomas, acompañamiento social e integración educativa de menores”. Del mismo modo, la campaña ofrece algunas propuestas (pedagógicas, didácticas…) para la sensibilización de la sociedad española sobre estos temas, “para favorecer la comprensión de la realidad y prevenir el racismo y la xenofobia”.