“No podemos acostumbrarnos a la violencia": las reflexiones de los Obispos sobre la situación en Panamá

CIUDAD DE PANAMÁ(Agencia Fides, 18/01/2016) – La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) ha presentado en un documento los múltiples interrogantes sobre el futuro del país con respecto a temas como la reforma electoral, la ampliación del Canal, la educación, la salud, el transporte, demandando una respuesta clara y concreta. La declaración está enmarcada en las conclusiones de la sesión plenaria número 203 de la CEP que acaba de terminar.

Hoy, 18 de enero, la Asamblea Nacional tendrá que iniciar a discutir el paquete de reformas electorales, según la propuesta presentada por la Comisión Nacional para las reformas electorales, aunque las críticas y el disenso sobre varios puntos de esta propuesta, son cada vez mayores. Los obispos, en su documento recibido en la Agencia Fides, reiteran la necesidad del diálogo como la vía indispensable para resolver los problemas del país, y subrayan que la situación nacional revela una profunda crisis moral, de valores, actitudes, motivaciones y conductas, que es preciso corregir.
 
El documento contiene las conclusiones de la Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal, que se ha celebrado del 11 al 15 de enero de 2016, reunida para reflexionar sobre la realidad de la iglesia y de la sociedad panameña con el fin de ofrecer motivos de esperanza. Elaborado en 11 puntos, el texto presenta el panorama eclesial y social, reconoce la fuerza de la comunidad y pide un compromiso serio ante los desafíos del país y en este Jubileo de la Misericordia.
 
Los obispos, entre otras cosas, denuncian enérgicamente lo siguiente: “No se respeta la dignidad humana. No podemos acostumbrarnos a la violencia, al crimen, al asesinato. ¡Esa no es nuestra naturaleza!”
 
En la conclusión los obispos invitan a caminar junto a los jóvenes, participando en el Encuentro Nacional de Renovación Juvenil, los días del 21 al 24 de enero, que se tendrá en Chitré, “para experimentar el rostro alegre y joven de la Iglesia, y animarles a que salgan dispuestos a ser discípulos y misioneros de la misericordia del Padre”.