Lima, PERÚ (Agencia Fides, 16/01/2016) - Un millón y 700 mil niños peruanos trabajan en
las calles del país. La mayoría de ellos abandonan los estudios y
renuncian a sus sueños de niños para asumir roles de adultos, trabajando
en el campo o como vendedores ambulantes en las calles de las ciudades
más pobladas del Perú. De ellos, en el último año, alrededor de 1.800
fueron recuperados y devueltos a sus familias o en centros de acogida.
Además, el Ministerio de la Mujer y de las poblaciones vulnerables, a
través de su programa social Yachay, ha asistido a 26.000 de estos
pequeños.
Actualmente el Gobierno está trabajando con los niños de la calle en 18
regiones del país.
La mirada se centra en los padres irresponsables y
las mafias que explotan a menores de edad. La situación de pobreza
extrema, según los expertos, por desgracia, es tierra fértil que
alimenta el fenómeno. Abundan los casos en los que los propios miembros
de la familia exponen a los niños al riesgo de salir a trabajar solos a
las calles peligrosas. Perú es el país sudamericano con el mayor número
de niños trabajadores y el Estado no consigue hacer frente a los
programas de protección que tendría que poner en marcha en favor de
estos pequeños. Según el Banco Mundial, el país ha registrado un 20,7%
de niños trabajadores, seguido por Bolivia con 20.2%.