Marcala, HONDURAS (Agencia Fides, 15/07/2016) – La policía ha detenido a los presuntos
asesinos de la líder comunitaria Lesbia Yaneth Urquía, en el municipio
de Marcala, La Paz, en el centro de Honduras. El cadáver de la activista
fue encontrado el 6 de julio en Marcala, al oeste de la capital,
Tegucigalpa. Este asesinato forma parte de una serie de asesinatos de
miembros del Consejo Cívico de las Organizaciones Populares e Indígenas
de Honduras (COPINH), que defiende las causas ambientales y a los
indígenas de Honduras.
En el mes de marzo fue asesinado Nelson Garcia. Y en el mismo mes Berta
Cáceres, cofundadora del COPINH, fue asesinada en su casa (véase Fides 4
y 9 de marzo de 2016). Tomas Garcia, que era jefe del consejo, fue
asesinado por un soldado durante una protesta en el 2013.
El obispo auxiliar de San Pedro Sula, Su Exc. Mons. Romulo Emiliani, el
pasado mes de marzo, tras el homicidio de Berta Cáceres declaró: “A pesar de que las estadísticas manejadas por las
instituciones están de acuerdo en el hecho de que los homicidios se han
reducido, todos estamos afectados por los efectos de los crímenes
cometidos, especialmente la matanza en Comayagüela y el asesinato de la
líder indígena Berta Cáceres. Esto provoca
consternación y vergüenza entre la población”.
Según el último informe de la organización internacional Global Witness,
para el año 2015, el total de los ambientalistas asesinados durante el
año pasado asciende a 185 en 16 países, 67 de ellos pertenecían a las
comunidades indígenas. En América Latina el desglose indicado es el
siguiente: Brasil ocupa el primer lugar con 50 homicidios, seguido de
Colombia con 26, Perú y Nicaragua con 12 cada uno, Guatemala 10,
Honduras 8, México 4 activistas asesinados. Muchas organizaciones por
los derechos humanos se lamentan de que, en general, los crimines quedan
impunes.