domingo, 31 de julio de 2016

Oración por la paz y por el fin de la violencia y el terrorismo en la Iglesia de San Francisco

Cracovia, POLONIA, 31 de julio de 2016 (VIS).-  Ayer tarde, mientras iba del Arzobispado de Cracovia al Campus Misericordiae para participar en la Vigilia de Oración con los jóvenes, el Santo Padre efectuó una breve visita a la iglesia de San Francisco, próxima al Arzobispado, donde se veneran las reliquias de los dos mártires franciscanos asesinados en Perú (en Pariacoto el 9 de agosto de 1991) por los guerrilleros de Sendero Luminoso y beatificados el 5 de diciembre de 2015 en Pariacoto junto con el sacerdote italiano Alessandro Dordi, de la diócesis de Bérgamo. Además de los Padres franciscanos  estaban presentes varios familiares de los mártires.

Imagen: www.aciprensa.com

El Papa rezó la siguiente oración por la paz y por el fin de la violencia y el terrorismo:


“Dios omnipotente y misericordioso, Señor del Universo y de la historia humana.
Todo lo que has creado es bueno, y tu compasión por el hombre, que te abandona una y otra vez, es inagotable.


Venimos hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para perdonar.


Dador de la vida, te pedimos también por todos los que han muerto, víctimas de los brutales ataques terroristas. Concédeles la recompensa y la alegría eternas. Que intercedan por el mundo, sacudido por la angustia y desgracias.


Jesús, Príncipe de la Paz, te rogamos por los heridos en los ataques terroristas: los niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas inocentes y los que han sido agredidos por casualidad. Sana su cuerpo y el corazón, que se sientan fortalecidos por tu consuelo, aleja de ellos el odio y el deseo de la venganza.


Santo Espíritu Consolador, visita a las familias que lloran la pérdida de sus familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo. Cúbreles con el manto de tu divina misericordia.  Que encuentren en Ti la fuerza y el valor para continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor.


Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social.


Dios, Eterno Padre, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti entre el estruendo y la desesperación del mundo. Llenos de confianza en tu infinita Misericordia, confiando en la intercesión de tu Santísima Madre, fortalecidos con el ejemplo de los beatos mártires de Perú, Zbigniewa y Michała, que has convertido en valientes testigos del Evangelio hasta derramar su sangre, nos dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz y pidiendo que alejes de nosotros el látigo del terrorismo.


Por Jesucristo, nuestro Señor


Amén.