lunes, 19 de marzo de 2018

Ángelus del Papa FRANCISCO en el V Domingo de Cuaresma

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.mx - 18 de marzo de 2018).- Este domingo a las 12.00 horas el Papa FRANCISCO se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para rezar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.


Estas son las palabras del Santo Padre antes del rezo mariano traducidas del original italiano por http://catolicidad.blogspot.mx:


PAPA FRANCISCO


ÁNGELUS


Plaza de San Pedro
V Domingo de Cuaresma, 18 de marzo de 2018


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!


El Evangelio de hoy (cfr Jn 12,20-33) narra un episodio ocurrido en los últimos días de la vida de Jesús. La escena se desarrolla en Jerusalén, donde Él se prepara para la fiesta de la Pascua hebrea. Para esta celebración ritual habían llegado algunos griegos; se trata de hombres animados por sentimientos religiosos, atraídos por la fe del pueblo hebreo y que, habiendo oído hablar de este gran profeta, se acercaron a Felipe, uno de los doce apóstoles, y ellos le dicen «Queremos ver a Jesús» (v. 21). Juan destaca esta frase, centrada sobre ver al verbo, que en el vocabulario del evangelista significa andar más allá de las apariencias para entender el misterio de una persona. El verbo que utiliza Juan, “ver”, es llegar hasta el corazón, llegar con la vista, con la comprensión hasta la intimidad de la persona, dentro de la persona.


La reacción de Jesús es sorprendente. Él no responde con un “sí” o con un “no”, sino dice: «Ha llegado la hora que el Hijo del hombres sea glorificado» (v. 23). Estas palabras, que a primera vista parecen ingnorar la pregunta de aquellos griegos, en realidad dan la verdadera respuesta, porque quienes quieren conocer a Jesús deben mirar dentro a la cruz, donde se revela su gloria. Mirar dentro a la cruz. El Evangelo de hoy nos invita a dirigir nuestra mirada hacia el crucifijo, que no es un objeto ornamental o un accesorio de vestir – ¡a veces abusado! – sino un signo religioso que hay que contemplar y comprender. En la imagen de Jesús crucificado se se revela el misterio de la muerte del Hijo como supremo acto de amor, fuente de vida y salvación para la humanidad de todos los tiempos. En sus llagas hemos sido sanados. 


Puedo pensar: ¿“Como veo yo el crucifijo? ¿Como una obra de arte, para ver si es bello o no es bello? ¿O miro dentro, entro en las llagas de Jesús hasta su corazón? ¿Veo el misterio de Dios aniquilado hasta la muerte, como un esclavo, como un criminal?”. No nos olvidemos de esto: ver el crucifijo, sino mirarlo dentro. Es esta bella devoción de rezar un Padre Nuestro por cada una de la cinco llagas: cuando rezamos ese Padre Nuestro, tratamos de entrar a través de las llagas de Jesús dentro, dentro, directo a su corazón. Y allí aprenderemos la gran sabiduría del misterio de Cristo, la gran sabiduría de la cruz.


Y para explicar el significado de su muerte y resurrección, Jesús se sirve de una imagen y dice: «Si el grano de trigo, caído en la tierra, no muere, permanece solo; si en cambio muere, produce más fruto» (v. 24). Quiere hacer comprender que su vivencia extrema – es decir la cruz, muerte y resurrección – es un acto de fecundidad – sus heridas nos han sanado  – una fecundidad que dará fruto para muchos. De esta forma se compara a sí mismo con el grano que muere en la tierra y genera vida nueva. Con la Encarnación Jesús ha venido a la tierra; pero esto no basta: Él debe también morir, para rescatar a los hombres de la esclavitud del pecado y donarles una vida nueva reconciliada en el amor. Dije “para rescatar a los hombres”: pero, para rescatarme, a tí, a todos nosotros, a cada uno de nosotros, Él ha pagado ese precio. Este es el misterio de Cristo. Ve hacia sus llagas, entra, contempla; ve a Jesús, pero desde dentro.


Este dinamismo del grano de trigo, cumpliéndose en Jesús, debe realizarse también en nosotros sus discípulos: estamos llamados a hacer nuestra esta ley pascual del perder la vida para recibirla nueva y también eterna. ¿Y que cosa significa perder la vida? ¿Que, que cosa significa ser el grano de trigo? Significa pensar menos en sí mismos, en los intereses personales y saber “ver” y salir al encuentro de las necesidades de nuestro prójimo, especialmente de los últimos.
Cumplir con alegría obras de caridad hacia cuantos sufren en el cuerpo y en el espíritu es el modo más auténtico de vivir el Evangelio, es el cimiento necesario para que nuestras comunidades crezcan en la fraternidad y en la acogida recíproca. Quiero ver a Jesús, pero verlo desde dentro. Entra en sus llagas y contempla ese amore de su corazón por tí, para tí, para tí, para mí, para todos.


Que la Virgen María, que ha tenido siempre la mirada del corazón fija en su Hijo,  sguardo del cuore fisso al suo Figlio, del pesebre de Belen hasa la cruz del Calvario, nos ayude a encontrarlo y conocerlo así como Él quiere, para que podamos vivir iluminados por Él, y llevar en el mundo frutos de justicia y de paz.






Después del Ángelus


Queridos hermanos y hermanas,


Envío un cordial saludo a todos vosotros aquí presentes, fieles de Roma y de tantas partes del mundo.


Saludo a los peregrinos de Eslovaquia y a los de Madrid; a los grupos parroquiales provenientes de Sant’Agnello, Pescara, Chieti y Cheremule; a los chicos de la Diócesis de Brescia y a los del Decanato “Romana-Vittoria” de Milán.


Saludo a la Unión Folklórica Italiana, al grupo de familias de Rubiera y a confirmados de Novi di Modena.


Ayer fuí de visita a Pietrelcina y a San Giovanni Rotondo. Saludo con afecto y agradezco a la comunidad de las diócesis de Benevento y de Manfredonia, a los Obispos – Mons. Accrocca y Mons. Castoro – a los consagrados, a los fieles, a las autoridades; agradezco por la calurosa acogida y los llevo en el corazón a todos, pero especialmente a los enfermos de la Casa Sollievo della sofferenza, a los ancianos y a los jóvenes. Agradezco a cuantos han preparado esta visita que no olvidaré. Que el Padre Pio los bendiga a todos.


A todos les deseo un buen domingo. Por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuezo y adiós!

 

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