Hue, VIETNAM (Agencia Fides, 20/03/2018) – La Arquidiócesis de Hue, en Vietnam central, está
afrontando las necesidades de las familias divididas a través de un plan
pastoral específico. Según la información de la Agencia Fides, muchos
jóvenes vietnamitas contraen matrimonio siendo demasiado jóvenes o sin
una preparación adecuada para afrontar los desafíos de la vida
matrimonial. Después de algunos años de convivencia y vida familiar, se
presentan problemas de compatibilidad en lo referente a las relaciones
matrimoniales y otras dificultades. A menudo esto provoca la separación
entre los cónyuges o “la ruptura definitiva de las familias, con graves
sufrimientos para los hijos”, dice Fides Joseph Van Doc, un laico
católico del país.
“Para afrontar estos casos, como comunidad católica, estamos tratando de
fortalecer el trabajo pastoral con las familias”, afirma. “La Iglesia
está muy comprometida en ayudar a las mujeres que sufren en la sociedad
de muchas maneras, soportando los sufrimientos de una familia rota y
otros desafíos socioculturales y económicos”, agrega Van Doc.
Los lazos familiares en Vietnam son fuertes por tradición. Las familias
son religiosas y la mayoría de los pasos en la vida familiar están
marcados por ritos y tradiciones religiosas. Además la mayor parte de
las celebraciones sociales están estrechamente relacionadas con eventos
religiosos, que son diferentes según el grupo étnico y cultura. De
hecho, la archidiócesis alberga, entre otros, los grupos étnicos Bru van
kieu, chino, Ko tu, Taoi, Tay y los fieles católicos están presentes en
todas estas comunidades.
Sin embargo, en Vietnam la familia está cambiando y los sociólogos
registran un crecimiento de familias “mono-parentales”, con uno solo de
los cónyuges, en las que se suele descuidar la educación de los hijos.
Debe decirse que la mayoría de los católicos vietnamitas todavía
participan regularmente en la misa dominical y la familia continúa
siendo el lugar privilegiado en el que se transmite la fe cristiana.
Pero, ante los nuevos desafíos, los obispos de Vietnam recomiendan una
atención especial hacia la pastoral familiar, invitando a todas las
familias católicas a ser “una escuela de valores como la fe y el amor a
Dios y las virtudes humanas de honestidad, justicia, lealtad, humanidad y
generosidad”. De este modo, la Iglesia considera que también aporta una
contribución activa para una vida social saludable.
Con 81 parroquias, el territorio de la Archidiócesis de Hue cubre un
área con una población de 2.3 millones, entre los cuales hay más de 70
mil católicos.