Djibouti, SOMALIA (Agencia Fides, 16/03/2018) – Maria Josè Alexander es una joven católica
mexicana, que desde siempre se preocupa por las personas y la población
más pobre y vulnerable. Después de realizar varias colaboraciones en el
sector humanitario, en México, Colombia y el Líbano, actualmente es la
directora de Cáritas Somalia. En una entrevista con la Agencia Fides,
nos cuenta: “El amor a Dios me ha llevado a las zonas más remotas y
peligrosas del mundo, primero a través de ONG laicas y gubernamentales y
luego, coronando mi sueño, como colaboradora con la Iglesia”. Llegó a
Somalia en agosto de 2017, para una entrevista de cooperación en
Somaliland, pero en lugar de eso terminó en Djibouti, donde se encarga
de coordinar los proyectos que Cáritas realiza en Somalia. Estos
proyectos están relacionados sobre todo con la educación y la ayuda
humanitaria de emergencia.
“En Somaliland – explica a Fides – se está realizando un proyecto de
financiación educativa para 40 niños que viven en campamentos de
desplazados internos. Tratamos de darles continuidad en sus estudios y
lo necesario para poder vivir una vida más digna. En el sur, en Baidoa,
hemos construido una escuela en un campamento de refugiados, donde se
proporciona educación y nutrición a 50 niños y 50 niñas”.
Maria que nació en Guadalajara, realizó estudios sobre las comunidades
indígenas en México y colaboró con algunas ONG: “Mar Adentro”,
“Fundación León XII” y otros proyectos de investigación independientes. Después de sus estudios sobre Desarrollo Internacional, trabajó en
Colombia entre los grupos étnicos indígenas Misak. Más tarde una
experiencia en el Líbano, la llevó a un campamento de refugiados de
Shatila, en un contexto totalmente islámico, primero como voluntaria y
maestra de inglés para mujeres refugiadas y luego en proyectos de
promoción para la mujer. “Pero mientras tanto crecía en mí el deseo de
comprometerme dentro de una ONG católica y ofrecer un servicio a la
Iglesia”, afirma.
Ahora está en Somalia: “Djibouti es un lugar difícil en el que vivir: he
pensado volver a casa muchas veces, pero luego he decidido confiar en
Dios. El Señor es fiel y estoy convencida de que permanecer fiel a su
amor hace que nuestra vida sea más plena. Por lo tanto, en tiempos de
desesperación y angustia, o cuando existe la tentación de optar por el
camino fácil, uno debe recordar cuán fiel es el Señor y cuán grande es
su amor. Me siento bendecida por Dios todos los días” concluye Maria.