Roma, ITALIA (Agencia Fides, 23/03/2018) – Recordar con la oración, el ayuno y un gesto
concreto de caridad a todos los misioneros que han sido asesinados en el
mundo, incluso aquellos desconocidos para la gran mayoría de la gente y
que han derramado su sangre por el Evangelio. Esta es la motivación que
en 1993 llevó al Movimiento de Jóvenes Misioneros de las Obras
Misionales Pontificias italianas a instaurar cada año la Jornada de
oración y de ayuno en memoria de los Misioneros Mártires. Se escogió el
24 de marzo, el día del asesinato en 1980 de monseñor Oscar Arnulfo
Romero, arzobispo de San Salvador, beatificado el 23 de mayo de 2015 y
que será próximamente canonizado.
“El tema del martirio ha regresado en los últimos tiempos para
interpelar a las comunidades cristianas. Es un gran signo positivo,
-escribe Giuseppe Florio, teólogo y estudioso de la Biblia en los
materiales preparados por Missio Italia para este día-. “La cosecha” de
la que hablan los Evangelios puede ser abundante o poca, pero cuando los
mártires aparecen en el horizonte, el mensaje profético del Evangelio
se presenta ante los ojos de todos. La llamada de Ezequiel (03:17) se
dirige a un pueblo que no ve las señales de advertencia de un drama que
se producirá poco después: la destrucción de Jerusalén a manos del rey
de Babilonia en el 587 después Cristo. Por esta razón, escribe y
proclama que es mejor prestar atención a los centinelas. También para
nosotros, para “la cosecha”, el martirio es un regalo o un mensaje que
indica la dirección que debemos tomar”.
Este año, Missio Italia ha elegido como tema de la XXVI Jornada,
“Llamados a la vida”. “Es la vida de la Gracia según el Espíritu Santo,
-explica el padre Michael Autuoro, director de Missio Italia-, la vida
de aquellos que en el bautismo se sumergen en la muerte de Cristo para
resucitar con Él como una nueva criatura”. Con el bautismo somos
incorporados a Cristo y su Iglesia, pertenecemos siempre a Él y con Él
participamos en la vida trinitaria divina, como enseña el Catecismo de
la Iglesia católica ... Es la vida a la que están llamados no solo los
mártires en su supremo testimonio del amor más grande, -el de dar su
vida por aquellos a los que se ama-, sino también todos y cada uno de
nosotros en el testimonio diario de fe vivida en la caridad y en la
amistad hacia los que son privados, en cualquier parte del mundo, de una
vida en plenitud”. La iniciativa para recordar a los misioneros que han
sido asesinados se ha difundido en muchos países, a veces en
diferentes fechas y circunstancias. Muchas diócesis e institutos
religiosos dedican iniciativas particulares para recordar a sus
misioneros y a todos aquellos que han derramado su sangre por el
Evangelio.
El Papa Francisco recuerda con frecuencia que “los mártires son los que
sostienen a la Iglesia, los que siempre lo han hecho. Hoy hay más que en
los primeros siglos. Los medios de comunicación no lo dicen porque no
es noticia, pero muchos cristianos en el mundo hoy en día son beatos
porque son perseguidos, insultados, o encarcelados” (homilía en Santa
Marta, 30 de Enero, 2017). Desde sus origenes, la Iglesia no deja de
mantener viva la memoria y de brindar al mundo, después de una cuidadosa
consideración, el testimonio heroico de muchos cristianos en un
martirologio que se actualiza constantemente a medida que renuevan su fe
los muchos seguidores de Cristo.
Entre las figuras más recientes de los misioneros reconocidos como
mártires por la Iglesia, recordamos a los dos misioneros conventuales
franciscanos polacos, Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, que junto
con el sacerdote diocesano italiano Alessandro Dordi murieron en agosto
de 1991 en Perú y fueron beatificados el 5 de diciembre de 2015 en
Chimbote. Para la beatificación se eligió como lema “Mártires de la fe y
de la caridad, testigos de la esperanza”. El 11 de diciembre de 2016
fueron beatificados en Vientiane, Laos, el misionero de los Oblatos de
María Inmaculada (OMI) padre Mario Borzaga y el laico catequista Paul
Thoj Xyooj, junto con otros 15 mártires (un sacerdote de Laos, Joseph
Tien, 5 Laicos laosianos, 5 misioneros franceses OMI y 4 misioneros
franceses MEP). El 24 de mayo de 2014 fueron beatificados el misionero
del PIME (Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras) padre Mario
Vergara y el catequista Isidore Ngei Ko Lat, mártires murieron en
Birmania
en mayo de 1950. “Su heroica fidelidad a Cristo puede ser un estímulo y
ejemplo para los misioneros, especialmente para los catequistas de
tierras de misión que desempeñan un trabajo apostólico valioso e
irremplazable, por el que toda la Iglesia les está agradecida”.
(Francisco, 21 de Mayo, 2014).