Colombo, SRI LANKA (Agencia Fides, 22/03/2018) - "En Kandy la violencia interreligiosa ha
cesado y la situación ha vuelto a la normalidad. El turismo puede volver
a florecer, tal y como lo esperamos, a la vez que tratamos de reparar
un tejido social basado en los valores de la armonía, la tolerancia, la
paz y la reconciliación, especialmente entre budistas y musulmanes. En
este proceso, la contribución activa de los líderes religiosos ha sido y
sigue siendo decisiva y llega a los ciudadanos. También los cristianos
están dando su aportación para lograr el diálogo y para contribuir a un
ambiente de paz; un diálogo de vida que comienza con el intercambio de
experiencias para alcanzar un horizonte compartido que es el bien común
del país", así lo expresa a la Agencia Fides el padre Basil Fernando,
Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Sri
Lanka, recordando que la ola de violencia contra los musulmanes estalló
en el país en marzo, tras la muerte de un joven
cingalés el 22 de febrero, durante una pelea en Kandy.
El Director explica: "La violencia de las últimas semanas nos ha
conmocionado. Toda fe religiosa tiene su deriva extremista y aquí
también el budismo la tiene. Vivimos en un territorio donde la mayoría
es budista. En algunas zonas, incluso los monjes budistas fomentan la
violencia, pero debo decir con franqueza que la inmensa mayoría de la
población de Sri Lanka rechaza la posibilidad de nuevos enfrentamientos.
Durante 30 años vivimos un doloroso conflicto civil que ha marcado
varias generaciones por lo que ahora todos anhelan la paz, la armonía,
el bienestar y la construcción de un país libre y próspero, libre de
toda forma de violencia y guerra". El padre Fernando señala que también
los intelectuales y los medios de comunicación se han movilizado en Sri
Lanka para condenar la violencia y pedir la paz social: "Se rechazan
nuevos conflictos en la sociedad, especialmente si se realizan en nombre
de la fe religiosa", enfatiza.
Ante esta delicada situación, los líderes de todas las confesiones
religiosas - dice el Director de las OMP de Sri Lanka- se han reunido y
han difundido un mensaje muy claro, "de rechazo de toda forma de
agresión, violencia y venganza, perpetrada en el nombre de Dios o
instrumentalizando la religión". “Deseamos evitar caer nuevamente en esa
espiral de odio que durante años hemos experimentado que ha causado
mucho sufrimiento a la población y ha dejado miles de víctimas. No
debemos caer en la trampa de los pocos extremistas que promueven el odio
y la intolerancia. Somos conscientes de ello y estamos dispuestos a
comprometernos por la reconciliación y la paz, en el nombre del
Evangelio de Cristo", concluye el sacerdote.