Bkerké, LÍBANO (Agencia Fides, 20/03/2018) – La crisis de los institutos escolares privados
desencadenada por la medida gubernamental de los nuevos “niveles
salariales” para los trabajadores del sector público, está comenzando a
tener efectos que serán difíciles de revertir. El Patriarca maronita
Bechara Boutros Rai ha anunciado que cada vez llegan más mensajes a la
sede patriarcal de Bkerkè, comunicando el cierre de escuelas privadas en
las zonas rurales y en los suburbios urbanos. Otros institutos
escolares - ha dicho el Patriarca maronita durante la homilía de la misa
celebrada el domingo 18 de marzo- han informado a las familias de sus
alumnos de la imposibilidad de continuar su misión educativa si no se
realizan intervenciones gubernamentales para abordar la emergencia, y si
en el presupuesto nacional para el año 2018, no se incluye una enmienda
que reserve los fondos necesarios a las escuelas privadas para
financiar el ajuste de los salarios de los empleados a los nuevos
niveles salariales.
Durante la homilia, el Primado de la iglesia maronita ha subrayado que
las escuelas que no son estatales también llevan cabo un servicio
público, y el ajuste de los sueldos del personal docente y
administrativo a los nuevos niveles salariales no puede recaer sobre los
hombros de las familias, si no se quiere transformar la red de escuelas
privadas en “escuelas solo para gente rica”, contradiciendo
radicalmente la fisonomía y el espíritu con el cual nacieron la mayoría
de ellas. El Patriarca también ha remarcado que las solicitudes de apoyo
al gobierno están respaldadas por escuelas de inspiración cristiana e
islámica, reunidas bajo la bandera de la Federación de las instituciones
educativas.
Los aumentos salariales impuestos por la nueva normativa gubernamental,
que entró en vigor el pasado mes de agosto, han sido planteados desde el
primer momento como un problema importante para la sostenibilidad
financiera de todas las escuelas privadas libanesas. Según había
informado Fides, los obispos maronitas, a
principios de septiembre ya habían pedido al gobierno que revisara el
mecanismo de los aumentos salariales puestos en marcha por la nueva
normativa, o si esto no era posible, que asumiese los costes previstos
para financiar el aumento salarial de los docentes y personal no docente
de escuelas privadas, en su mayoría dependientes de entes eclesiales,
en las que estudian más de dos tercios de los estudiantes libaneses.