Brasilia, BRASIL (Agencia Fides, 27/03/2018) – En el camino de preparación al Sínodo de los
Jóvenes, que será celebrado en el mes de octubre, ha tenido lugar, del
19 al 24 de marzo en el Vaticano, el llamado “Pre-sínodo”, en el que han
participado unos 300 jóvenes de todo el mundo, no sólo católicos, sino
también de otras confesiones cristianas y de otras religiones e incluso
ateos.
Uno de estos jóvenes ha sido Davi Rodrigues da Silva, Secretario
Nacional de la Pastoral de la Juventud de Brasil, un país donde, según
él, “el primer desafío que vive la juventud es el de sobrevivir. Los
jóvenes en Brasil son exterminados a diario, ya que es el grupo de edad
con mayor indice de asesinatos sufridos”.
Se trata de una realidad ante la que, “el joven cristiano tiene que ser
señal de esperanza” afirma Davi Rodrigues a la Agencia Fides,
reconociendo que dentro del proceso propuesto para el Sínodo, “los
jóvenes brasileños se han implicado profundamente respondiendo al
formulario de preguntas que fueron entregadas en las diócesis de todo el
mundo”. En ese sentido destaca la actitud del Papa, porque “abre esa
posibilidad de que cualquier persona, sobre todo los jóvenes, puedan
compartir y decir lo que piensan a través de Internet”.
Comentando el encuentro del Vaticano, en el que ha participado junto con
otros cuatro jóvenes brasileños, Rodrigues da Silva explica que han
podido “llevar las contribuciones y reflexiones de los más de 45 años de
camino de la Pastoral de la Juventud en Brasil, mostrando las
diferentes realidades donde la Iglesia se hace presente como lugar
privilegiado de encuentro con el Maestro, como son los lugares de
sufrimiento y explotación juvenil”.“Estamos llamados a estar ahí, -
comenta a Fides el Secretario Nacional de la PJ brasileña -, para
descubrir cada vez más discípulos misioneros, anunciadores de un mundo
de justicia y fraternidad”.
Según el joven brasileño, el Sínodo debe llevar a asumir una actitud
presente en la Iglesia latinoamericana del Pos-concilio, que es la de
“estar con los jóvenes”, en una relación de proximidad, evitando
actitudes clericales y de poder, “que no consiguen reconocer en la
juventud el potencial de diálogo que existe en ella”.
Por último, al referirse al Papa Francisco, con el que se han encontrado
en estos días, afirma que “la figura del Papa Francisco, quien muestra
cariño y deseo de oír a la juventud, es una figura profundamente
cercana, que nos motiva, que nos anima a ser una juventud osada y capaz
de hacer esa opción por los marginados y de reconocer en ellos la
semilla del Reino” concluye Da Silva.