Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 28/03/2018) - Un cristiano paquistaní ha fallecido tras los
brutales golpes sufridos a manos de los guardias de seguridad y del
personal médico en un hospital de Lahore. Según la información de la
Agencia Fides, Saleem Sunil, de 26 años, fue asesinado mientras se
dirigía a llevar comida a su hermana, Kiran Saleem, embarazada y
hospitalizada. La mujer debía ser visitada por una ginecóloga, pero la
médico, ocupada al teléfono, pidió a una enfermera que hiciese ella la
visita médica.
Cuando Kiran insistió en ser visitada por la doctora, comenzó una
discusión y la médico, de acuerdo con el informe enviado a la Agencia
Fides, al parecer dio una bofetada a Kiran. Los familiares de la mujer
cristiana protestaron. Johnson Saleem, hermano de Kiran afirma que los
guardias de seguridad de ese turno amenazaron a los hermanos de la
mujer, Sunil Saleem, Anil Saleem y al cuñado Kashif Shafeeq, que habían
llegado al hospital. Luego estalló una pelea y los guardias comenzaron a
golpear a los tres hombres. Según la información referida a Fides, los
guardias de seguridad y al menos tres médicos siguieron infligiendo
golpes a Sunil durante unos 30 minutos, y luego lo abandonaron en estado
crítico. Poco después, Sunil falleció. Los familiares han presentado
una denuncia en la estación de policía de Shadman en Lahore.
Nasir Saeed, director de la Ong “Centre for Legal Aid, Assistance and
Settlement” (CLAAS), quien defiende a los cristianos pakistaníes,
condena la violencia que a menudo sufren los miembros de minorías
religiosas en Pakistán y dice a la Agencia Fides: “La brutalidad contra
el cristiano Sunil no puede justificarse de ninguna manera”. Demasiados
siguen abusando de la ley, haciendo justicia por su cuenta y matando a
personas inocentes con impunidad. Cuando una disputa involucra a un
cristiano, los musulmanes se sienten autorizados a hacer actos de
violencia intolerables, sabiendo que no serán acusados. Esto no es
justicia. Es triste ver que Pakistán, un país creado con el apoyo de
minorías religiosas, se ha convertido en un lugar donde las minorías
viven con temor constante por sus vidas. El gobierno de Pakistán no
garantiza su protección. Muchos huyen del país para buscar refugio en
otras naciones. La intolerancia contra las minorías religiosas en
Pakistán ha alcanzado un nivel peligroso y existe una necesidad urgente
de detener estas atrocidades”.