Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 14/03/2018) – Sensibilizar a la comunidad católica
sobre la urgencia de mitigar el impacto del cambio climático; estimular
la conversión a una vida centrada en el Evangelio, que incluya la
relación con Dios, con los hermanos y con toda la creación; hacer
escuchar la voz de la comunidad católica en los grandes foros
internacionales: esta es la misión del Movimiento Católico Mundial del
Clima (GCCM), que reúne a más de 300 instituciones católicas (la mitad
de ellas en las Américas) inspiradas por la doctrina de la Iglesia,
especialmente en la Encíclica del Papa Francisco “Laudato Si”.
Como explica a la Agencia Fides el profesor argentino Pablo Canziani,
físico e investigador católico, titular del Conicet (Consejo nacional de
búsqueda científica y técnica), “el Movimiento se dirige a parroquias,
escuelas, movimientos eclesiales e instituciones católicas y se basa
esencialmente en una actividad educativa, pero también de oración”. De
hecho, señala el docente, “tenemos que trabajar antes y durante las
reuniones multilaterales sobre cambio climático para presionar a los
países de modo que reduzcan sus emisiones de carbono y, por otro lado,
ayudar a las víctimas de los desastres naturales a prepararse para las
emergencias”. El Movimiento ha preparado para la Cuaresma material para
la reflexión y la oración, relacionado con los temas de protección del
medio ambiente e inspirado en la encíclica Laudato Si.
El GCCM nació de la idea de Tomás Insúa, un investigador argentino de
Harvard, preocupado por la casi total ausencia de la comunidad católica
(excepto franciscanos y jesuitas) en los foros internacionales en este
sector. En una visita a su país, en 2014 - dice Canziani - Insúa se
reunió con la Comisión para los laicos de la Conferencia Episcopal y la
red argentina de laicos. Después de estas conversaciones, hubo contactos
con el Movimiento por el clima ya presente en los Estados Unidos y en
otros países, por lo que, con la aprobación de los Obispos, los laicos
argentinos se unieron al Movimiento.
El Movimiento se compromete a promover principios como la ecología y la
sostenibilidad, la creación y difusión de manuales para las escuelas y
las instituciones católicas, y la activación de técnicos y expertos que
puedan celebrar reuniones sobre “un estilo de vida eco-sostenible”. De
hecho, Canziani está convencido de que “los ciudadanos de forma privada
pueden hacer mucho, casi tanto como la industria, para hacer frente a la
crisis ambiental”. Según el experto, el cambio se produce “de abajo
hacia arriba”. “En su papel de votantes - explica-, los ciudadanos
pueden hacer mucho, elegir a sus representantes y monitorear las
políticas ambientales”. Además, los consumidores pueden optar por
consumir productos y servicios de empresas eco-sostenibles”.
La clave para concienciar a las personas sobre la importancia de su
comportamiento es la educación. Profundizando en la “Laudato Si” se ve
que los principales responsables son los laicos, que “recorren las
calles de la ciudad y pueden contribuir a transmitir sus conocimientos”
El GCCM está financiado por donaciones privadas e institucionales y
depende mucho de la medida en que las iglesias locales acogen el mensaje
de la Encíclica, señala Canziani. La red ha trabajado intensamente en
las últimas conferencias mundiales sobre el cambio climático y ha
invitado a las instituciones católicas a rechazar las contribuciones
financieras de las compañías petroleras, prefiriendo las de las empresas
que usan energías renovables. Para esta campaña, el Movimiento ha
recibido apoyo pero también quejas de algunos sectores empresariales.