Lomè, TOGO (Agencia Fides, 26/10/2018) - La crisis política que atraviesa Togo desde
agosto de 2017 dista mucho de haber terminado, a pesar de la hoja de
ruta propuesta por la Comunidad Económica de los Estados de África
Occidental (CEDEAO). Este acuerdo económico, firmado por quince Estados
de África Occidental en 1975 y aún en vigor, puede resumirse en tres
puntos principales: medidas de pacificación, reformas constitucionales e
institucionales, y elecciones libres, justas y transparentes. "La
situación política es complicada. La votación tendrá lugar en diciembre
de 2018 y existe el riesgo de que se produzcan más protestas callejeras
en el país. En el pasado, la oposición se ha declarado inflexible sobre
la renuncia inmediata del actual presidente. La dinámica política
propuesta por la CEDEAO excluye la retirada del presidente, pero indica
la necesidad de reformas constitucionales e institucionales y rechaza el
censo, lanzado el 1 de octubre de 2018, en vista de las
próximas elecciones", comentó a Fides el padre Donald Zagore, misionero
marfileño de la Sociedad para las Misiones Africanas.
"La oposición acusa al gobierno de violar la hoja de ruta de la CEDEAO.
El país sigue en un estancamiento político que, sin embargo, podría
conducir a la violencia. También podríamos esperar un boicot sistemático
de la oposición a las próximas elecciones. Ante este impasse político,
la Iglesia católica emitió el pasado mes de septiembre una declaración
oficial en la que recomienda reformas constitucionales e
institucionales, de acuerdo con la Constitución de 1992, condenando la
violencia en todos los niveles. Además, el arzobispo emérito de Lomé,
mons. Philip Fanoko Kpodzro, pidió al jefe de Estado, Faure Gnassingbe,
que no se presentara de nuevo para un nuevo mandato", explicó el p.
Zagore
"El cambio democrático y pacífico es un reto crucial para la política
africana. El deseo de aferrarse al poder, en muchas partes del
continente africano, genera continuamente violencia. Un gran número de
conflictos surgen por estas razones. La alternancia democrática es un
principio moral que responde a la necesidad de justicia y equidad",
concluyó el p. Zagore.