Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 22/10/2018) – Durante tres semanas, las fuerzas militares
del gobierno han reforzado los controles de las marchas de protesta de
la población, impidiendo cualquier tipo de manifestación pública en las
calles de la capital. Ayer, domingo 21 de octubre, los "auto-convocados"
lograron protestar en la catedral de Managua: después de la misa
pidieron justicia y libertad.
Entre los participantes en la celebración eucarística, hubo muchos
jóvenes que sacaron fotos de presos políticos, cuyos familiares pidieron
su liberación. El padre Rodolfo López, quien celebró la misa a las 11
am, oró especialmente por los presos políticos y recordó que desde hace
seis meses el pueblo nicaragüense se despertó exigiendo justicia y fue
castigado con violencia por las fuerzas del gobierno, dejando una
cantidad de muertes de la cual no se conoce el número, entre 320 y 500.
Al final de la misa, todos los presentes comenzaron a gritar los nombres
de los presos políticos, uno por uno, y al final se repitieron como un
estribillo: "Eran Estudiantes, no delincuentes".
Casi todos los presentes estaban vestidos de blanco y azul, los colores
de la bandera nicaragüense, y no se dejaron intimidar por los rumores
que se propagaron durante la misa, según los cuales, fuera de la
Catedral, había policías que querían detener a los manifestantes, tal
como sucedió. El domingo anterior, cuando fueron arrestadas 38 personas
acusadas de manifestarse contra el gobierno. La nota recibida de una
fuente local de Fides informa que aunque las 38 personas arrestadas el
domingo 14 de octubre fueron liberadas al día siguiente, todavía hay
alrededor de 300 personas en la cárcel solo por protestar contra el
gobierno, según lo confirmó la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH).
El país vive una grave crisis desde el pasado 18 de abril. Los Obispos
fueron mediadores del Diálogo Nacional para buscar una solución pacífica
a la crisis, sin embargo, las conversaciones se suspendieron debido a
la continua represión contra las protestas civiles y Ortega acusó a los
Obispos de ser golpistas por haber tomado partido, por estar de parte de
la población.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, que ayer celebró la
misa a las 8 en la misma catedral, al final de la celebración pronunció
estas palabras: "Dije en la homilía que el poder es servir, y no para
servirse del poder para aplastar a otros Si no tenemos a la persona
adecuada en el poder, corremos el riesgo de abuso y arrogancia: las
personas a veces no comprenden que el poder se debe ejercer para el
servicio". En este punto, recordó un viejo proverbio popular. cuyo
significado es claro: una persona que no tiene la preparación adecuada
no debe recibir una responsabilidad.