CIUDAD DE MÉXICO (Agencia Fides, 30/10/2018) – "La migración, tanto en América
Central como en México, es solo la punta del iceberg de millones de
personas que sufren de pobreza, injusticia, violencia y corrupción",
dice el editorial del Servicio de Información del Arquidiócesis de
México (Siame) enviada a Fides. Bajo el título "Nuestro deber con los
migrantes", el editorial hace una seria reflexión de lo que está
sucediendo en México en estos días.
"Miles de hermanos de América Central, principalmente de Honduras,
atraviesan hoy nuestro territorio en un éxodo histórico persiguiendo el
"sueño americano". La caravana de migrantes es un desafío para México",
se lee en el texto.
"Para la Iglesia Católica, ningún ser humano es ilegal, y esta
manifestación legítima de miles de personas que buscan su supervivencia o
un mínimo de decoro en su estilo de vida, debe ir más allá de las
sospechas, las indicaciones y las implicaciones políticas o legales. ,
porque es un grito de denuncia del 'desplazamiento silencioso e
inhumano', como decían los obispos mexicanos, que no dudaron en
movilizarse para brindar asistencia a los migrantes ".
El texto del editorial termina pidiendo a los mexicanos que no vean en
la caravana una "amenaza" sino una oportunidad para el servicio
cristiano, recordando que se trata de vidas humanas.
El fenómeno ha provocado muchas reacciones internacionales: los Obispos
de los Estados Unidos, por ejemplo, ayer han publicado una carta firmada
por la Comisión de Migraciones e Institutos de la Caridad en la que
leemos: "Como agencias católicas que ayudan a los inmigrantes pobres y
vulnerables en los Estados Unidos y en todo el mundo, estamos
profundamente tristes por la violencia, la injusticia y el deterioro de
las condiciones económicas que obligan a muchas personas a huir de sus
hogares en América Central. Las naciones tienen el derecho de proteger
sus fronteras, este derecho se deriva de su responsabilidad: pero los
gobiernos deben aplicar las leyes de manera adecuada, tratar a todas las
personas con humanidad y garantizar el debido proceso. Reiteramos que
buscar asilo no es un delito. Instamos a todos los gobiernos a respetar
el derecho internacional y las leyes nacionales existentes. que protegen
a aquellos que buscan un refugio seguro y aseguran que todos aquellos
que son devueltos a su país de origen están protegidos y repatriados con
seguridad".
Por otro lado, las agencias de información local refieren que otros
grupos intentan imitar la caravana de migrantes hondureños, que
actualmente se encuentra en Oaxaca, a unos 1.500 kilómetros de la
frontera de los EE. UU. Un segundo grupo de migrantes fue detenido ayer
en la frontera con México, procedente de Guatemala: hubo enfrentamientos
violentos y un hondureño murió a causa de una bala de goma, disparada
por la policía que intentaba detener a la multitud que ya había
destruido parte de las redes de protección de la frontera.