Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 29/10/2018) - "Nuestra atención se centra en las condiciones
de nuestros hermanos y hermanas que están en prisión, privados de la
libertad y privados de los derechos humanos más elementales. Todos somos
conscientes, por ejemplo, de que muchas de nuestras prisiones están
superpobladas más allá de su capacidad normal, creando condiciones de
vida inhumanas. Muchos presos se enferman pero no tienen asistencia
médica", explica a Fides el obispo Joel Baylon, presidente de la
Comisión Episcopal para la Pastoral de las Cárceles (Ecppc), de la
Conferencia Episcopal Filipina, después de su visita a la prisión de New
Bilibid en Manila.
"No muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de visitar una
prisión. Algunos incluso tenemos miedo de hacerlo. El Papa Francisco
advirtió contra la hipocresía de ver a los presos solo como criminales.
Es importante conocer la realidad de nuestras prisiones y las peticiones
de ayuda de los presos porque son seres humanos, con dignidad y
derechos", destaca el obispo.
La Comisión Episcopal para la Pastoral de las Cárceles (Ecppc) aboga
para "decirles a nuestros dirigentes que hagan algo para aliviar las
condiciones de vida de los presos y que respeten y defiendan sus
derechos humanos básicos", asegura monseñor Baylon al explicar el la
labor de las Iglesias locales así como el programa de apostolado humano,
social y espiritual promovido por la Iglesia, cuyo objetivo es "llevar a
los presos la luz de la misericordia y compasión de Dios".
La Iglesia de Filipinas celebró del 22 al 28 de octubre de 2018 la 31ª
Semana de Concienciación Penitenciaria para sensibilizar a todo el
pueblo de Dios sobre el tema: "Señor, que yo vea, oiga y actúe siguiendo
la petición de ayuda de tu pueblo". En el marco de la cita se
organizaron diversas actividades culturales, litúrgicas y benéficas, así
como exposiciones y visitas de diversos grupos y organizaciones a la
cárcel de New Bilibid, además de la distribución de artículos de primera
necesidad a los presos. En la prisión de New Bilibid, los 26.907 presos
son en su mayoría indigentes, enfermos y ancianos.
El padre Eli Rowdy Y. Lumbo, SJ, director ejecutivo del "Philippine
Jesuit Prison Service", - que defiende la dignidad de todos los que
están en prisión -, dice: "Hemos invitado a las personas a compartir un
programa de rehabilitación integral que va más allá del mero castigo
para los violadores de la Ley”. Desde 1994, la organización jesuita
lucha por la justicia restaurativa. Según datos de 2018, hay más de
160.000 presos en las diferentes prisiones del país. Estudios recientes
también arrojan que las cárceles de Filipinas son las más congestionadas
del mundo.