Roma, ITALIA (Agencia Fides, 22/10/2018) - "La juventud centroafricana está enferma", dijo
el cardenal Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui, capital de la
República Centroafricana, al margen de la XV Asamblea General Ordinaria
del Sínodo de Obispos, que tiene como tema "Juventud, fe y
discernimiento vocacional".
"Tres cuartas partes de mi país están ocupadas por rebeldes", explicó el
cardenal. "Muchos jóvenes no han ido a la escuela desde 2013. Esta es
una preocupación para mí y también para los otros pastores. Cuando vamos
al interior del país, vemos que muchos jóvenes han tomado las armas,
consumen drogas, muchos otros no tienen perspectivas de vida, y creo que
es correcto lanzar gritos para que podamos intentar juntos ayudar a
estos jóvenes.
El futuro de los jóvenes de República Centroafricana debería ser un tema
central para la política local y para la propia comunidad
internacional, dado que la mitad de la población es menor de 18 años. Lo
mismo sucede con la Iglesia. El Cardenal Nzapalainga enfatizó que "la
juventud centroafricana sueña con un día con llegar a ser adulta y
responsable. Los jóvenes quieren ocupar un puesto, dar su aporte.
Debemos alentar y canalizar esta energía que llamamos amor para que un
día pueda ayudar a su país, a su grupo. Si no hacemos nada, enterramos
un talento. Muchos jóvenes tienen sueños, y si no hacemos nada para
ayudarlos, caen en el pesimismo".
El Cardenal Nzapalainga añade que los problemas a los que se enfrentan
los jóvenes en África Central son comunes a los de otros países
africanos. "Hay un problema fundamental de mal gobierno. Si creamos
estructuras normales para ayudar a los jóvenes a realizar sus sueños,
podrían quedarse en su país y trabajar. Cuando uno es jefe de Estado, es
responsable de todos los grupos nacionales sin excepción", señaló el
Cardenal, aludiendo a la perjudicial tendencia de la política en África a
favorecer, una vez que llegan al poder, a su propio grupo étnico,
tribal o regional, en detrimento de los demás.