Kabul, AFGANISTÁN (Agencia Fides, 25/03/2020) - “Las estructuras sanitarias en Afganistán no
pueden hacer frente a una pandemia como el Covid-19. En este momento,
que incluso Occidente está en dificultades, solo podemos imaginar
remotamente lo que podría suceder en una situación como la afgana: donde
faltan equipos médicos - a excepción de las ciudades -, y sería
objetivamente difícil no solo aplicar, sino también simplemente
comunicar todas las medidas de seguridad que se están llevando a cabo
actualmente en Italia. Sería un desafío imposible detener la vida de un
pueblo y hacerles llegar las ayudas. Apenas puedo imaginar Kabul
completamente bloqueada”. Es la declaración realizada a Fides por el
Barnabita p. Giuseppe Moretti, misionero en Afganistán desde 1990 al
2015, evaluando las consecuencias de una posible expansión del contagio
por Coronavirus en el país asiático.
La situación de salud ya precaria en sí misma se ve además empeorada
según señala el Barnabita, por la inestabilidad del gobierno,
caracterizado por el dualismo entre el presidente electo Ashraf Ghani y
su oponente Abdullah Abdullah, ambos autoproclamados ganadores de las
últimas elecciones: “Me pregunto quién decidirá ante una posible crisis
de salud. La esperanza es que, frente a este problema, puedan encontrar
una solución unitaria. También esperamos que los talibanes tengan un
mínimo de humanidad y permitan la ayuda y el cuidado de los enfermos".
Hace apenas unos días, el movimiento talibán hizo saber que no
obstaculizará el acceso del personal de organizaciones internacionales
comprometidas en ayudar contra la propagación de Covid-19 en Afganistán.
Según la Organización Mundial de la Salud, 34 personas han contraído el
coronavirus en Afganistán. Los últimos casos se refieren a dos
diplomáticos, cuatro soldados italianos y un primer caso en la capital,
Kabul. En el país no hay conciencia del peligro asociado a la pandemia.
Según refiere a Fides, el líder del movimiento ambientalista "Friday For
Future - Afganistán", Qais Murshid, de hecho, "los primeros casos
afganos probablemente fueron importados de Irán: unas 15 mil personas
cruzan la frontera diariamente pero aquí muchos aún no han tomado el
problema en serio”.