Port- Louis, MAURICIO (Agencia Fides, 24/03/2020) - "Me siento profundamente solidario con
todos ustedes durante este tiempo de cuarentena que estamos
experimentando (...) Aunque estar encerrados es difícil, pido el
estricto cumplimiento de las instrucciones de las autoridades. Al
hacerlo, respetaremos a nuestros hermanos y hermanas", dice el cardenal
Maurice Piat, obispo de Port-Louis, en su mensaje, en el que invita a la
población a seguir estrictamente las instrucciones de las autoridades
para prevenir la propagación del coronavirus que causa la enfermedad
COVID-19.
El Cardenal ya había ordenado el 19 de marzo que las iglesias
permanecieran cerradas hasta nuevo aviso, además, en las celebraciones
funerarias, solo están autorizadas a participar 20 personas al máximo.
"Por el momento, las iglesias no podrán acoger a los fieles", ha
anunciado el cardenal Piat, añadiendo que "estamos invitados a abrir
nuestros corazones a los demás y orar por ellos". En particular, "oremos
por los ancianos y los enfermos que son más vulnerables; oremos por los
médicos y trabajadores de la salud que se someten a dura prueba; oremos
por aquellos cuya situación económica se ve afectada por la epidemia;
oremos por aquellos que viven en condiciones difíciles de miseria o
soledad".
Todos los líderes religiosos de la isla han decidido colaborar con las
autoridades para implementar las medidas de prevención. El presidente de
la mezquita de Jummah, Nissar Ramtoolah, ha declarado que "las
instrucciones con respecto a las precauciones que deben tomarse ya están
vigentes en las mezquitas".
En Mauricio, se han producido 28 casos de coronavirus desde el 18 de
marzo y 2 pacientes han fallecido. La isla ha cerrado su aeropuerto, sus
puertos y ha decretado el toque de queda desde las 8 de la tarde del 23
de marzo al 2 de abril. El Primer Ministro ha advertido que durante el
toque de queda, solo las personas con un permiso especial emitido por el
comisario de policía podrán moverse, de lo contrario estarán sujetas a
sanciones.