Nueva Delhi, INDIA (Agencia Fides, 25/03/2020) - Es urgente cuidar a los más pobres durante
los 21 días de bloqueo total de la nación, impuestos por el gobierno
hasta el 14 de abril, como medida para contener la propagación de
COVID-19. Lo afirman los laicos cristianos después del anuncio del
primer ministro, Narendra Modi: durante los próximos 21 días, 1,3 mil
millones de ciudadanos indios, casi una quinta parte de la población
mundial debe "olvidarse de lo que significa salir". La orden de quedarse
en casa durante tres semanas tiene como objetivo evitar un desastre de
salud pública, ha dicho, mientras que el 25 de marzo, el número de casos
de coronavirus ha superado los 469 contagios y 11 muertes.
El gobierno ya ha introducido medidas rigurosas para frenar la
transmisión local en un país donde millones de ciudadanos viven en
condiciones densamente pobladas con estructuras higiénico-sanitarias muy
deficientes. Actualmente solo hay 40.000 respiradores en India. Más de
1.8 millones de personas en todo el país están siendo monitoreadas
porque han mostrado síntomas de la enfermedad o han estado expuestos a
casos confirmados. Se teme que las cifras de contagios hasta ahora
bajas, se deban a la falta de test, dado que hasta ahora solo se han
realizado 17,000 tampones.
Según los expertos, el virus está muy extendido en casi todos los
estados de la India. “Si no podemos manejar esta pandemia en los
próximos 21 días, el país y nuestras familias sufrirán un retraso de 21
años. Si no podemos gestionar los próximos 21 días, muchas familias
serán destruidas para
siempre", ha dicho Modi en su mensaje.
El bloqueo tendrá un impacto devastador en los 300 millones de indios
que viven por debajo del umbral de la pobreza y sobreviven con las
ganancias diarias. El ministro de finanzas indio, Nirmala Sitharaman, ha
prometido la adopción de un paquete de ayudas específico, dirigido a
los más desfavorecidos.
En este contexto, los cristianos han pedido al gobierno que se ocupe de
las necesidades de los pobres. "El bloqueo es necesario, pero no está
claro cómo podrán sobrevivir los pobres, los marginados, quienes viven
con lo que ganan cada día. Millones de personas pobres no tienen
frigoríficos para almacenar alimentos. ¿Cómo sobrevivirán esas familias?
¿Cómo y dónde comprarán los alimentos?” cuestiona a Fides Mathew
George, un líder cristiano. A lo que él mismo responde sugiriendo
activar una red de organizaciones para satisfacer las necesidades de las
personas indigentes, migrantes y jornaleros.
El padre Augustine Singh, de la Arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar en
el estado de Orissa, al este de la India, señala a Fides: “Estas medidas
son para el bienestar de la nación. Debemos cooperar y perseverar. Por
eso, decidimos quedarnos en casa". Y Michael Pereira, un católico laico,
declara: "Ahora es un momento crítico para nuestra nación, podemos
rezar desde casa, pero evitar la propagación de esta pandemia es de
máxima prioridad. Todos rezamos a Nuestro Señor para que cale la
transmisión del virus".
Sima Ranjit, abogada católica, agrega: "La mayor preocupación, sobre
todo, es por la supervivencia de miles de personas pobres y de aquellos
que viven solos en casa”.