Masaya, NICARAGUA (Agencia Fides, 30/03/2020) – El alcalde de Granada organizó una
peregrinación al santuario de Jesús del Rescate, a pesar de que el
obispo lo canceló para evitar infecciones por coronavirus. Si bien la
Iglesia Católica en Nicaragua se ha organizado para suspender misas o
celebrarlas con el menor número posible de fieles, para prevenir la
infección por coronavirus, el gobierno de Daniel Ortega insiste en no
considerar la crisis de salud global. Al pretender la normalidad, los
alcaldes a favor del gobierno intentaron ignorar las indicaciones de la
Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), organizando actividades
religiosas que la Iglesia canceló para evitar el hacinamiento.
En Granada, Mons. Jorge Solórzano, siguiendo las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), canceló las procesiones de
Semana Santa y Semana Santa, y prohibió actividades en todas las
iglesias de la diócesis, pero la alcaldesa Julia Mena, organizó y
patrocinó la peregrinación de carros tradicionales al Santuario Jesús
del Rescate, en el departamento de Rivas. El párroco local dijo que no
tenía en programa recibir peregrinos.
Según la nota enviada a Fides, esta no es la primera vez que los
alcaldes han reemplazado la autoridad de la Iglesia Católica. En 2018,
de hecho, el alcalde de Masaya, Orlando Noguera, celebró las fiestas
patronales en honor de San Jerónimo, patrón de esa ciudad.
Ayer, domingo 29 de marzo, la Conferencia Episcopal de Nicaragua pidió a
los fieles católicos de todo el país que se abstuvieran de la
peregrinación al Santuario Jesús del Rescate en Popoyuapa, Rivas, para
evitar la infección de covid-19. "Uno no debe actuar con una fe
temeraria e irracional", dice la nota del CEN sobre la pandemia de
coronavirus, a pesar de que el régimen de Daniel Ortega continúa
promoviendo esta manifestación de la tradición religiosa popular.
"Una auténtica piedad popular, un verdadero tesoro de nuestra fe
católica, con sus preciosas manifestaciones religiosas y culturales,
como la peregrinación anual de los fieles, no debe ignorar el sentido
común, la prudencia y el uso de la razón ni exponerse al contagio. y
desafiar la pandemia, con una fe temeraria e irracional, o peor aún,
escuchando la voz del diablo, que intenta como lo intentó Jesús ", dicen
los obispos.