Goiânia, BRASIL (Agencia Fides, 31/03/2020) - Para invocar la salud y la protección del
pueblo de Dios, después de la bendición dada por el Papa Francisco Urbi
et Orbi el viernes 27 de marzo, desde la Plaza de San Pedro, algunas
diócesis en Brasil han promovido iniciativas especiales para bendecir a
los fieles, invitar a la oración y mostrar cercanía en este período de
aislamiento debido al Covid 19.
En Goiânia, el arzobispo Washington Cruz ha volado sobre la capital y la
región metropolitana con el Santísimo Sacramento: "Jesucristo, la
resurrección y la vida, haznos fuertes en la fe y concédenos el don de
la curación, el don de superar esta pandemia" dice en un vídeo antes del
viaje publicado por la CNBB. El Arzobispo comenta su experiencia con
estas palabras: “Ha sido una experiencia de mi pequeñez, de mi nada.
Quién volaba sobre Goiânia era Jesús Sacramentado. Yo era solo el
instrumento que lo llevaba. El importante es Él, quien ha bendecido a
Goiânia, los alrededores, la arquidiócesis, Brasil y el mundo entero".
En Belém, la imagen peregrina de Nossa Senhora de Nazaré, patrona del
estado de Pará y considerada la Reina de la Amazonía, ha sido
transportada en helicóptero, por el rector de la Basílica Mariana, el
padre Luiz Carlos Maria Gonçalves, y por algunos fieles que rezaban el
Rosario "suplicando las bendiciones y la protección de la Virgen de
Nazaré", según un video compartido en las redes sociales.
El arzobispo de Belém, Alberto Taveira Corrêa, ha dicho que ha sido una
experiencia muy positiva, "que ha ayudado a muchas personas a sentir la
protección de Nuestra Señora en este período tan difícil". "Espero
muchas otras iniciativas - ha agregado -, que nos ayuden a luchar con
las armas más poderosas que tenemos: oración, penitencia, ayuno,
caridad, que son las armas de la Cuaresma y que pueden ayudarnos a
superar este desafío".
Ayer, 30 de marzo, voló por encima de la arquidiócesis de São Luís la
imagen de Nossa Senhora da Vitória, patrona de la ciudad a quien está
dedicada la catedral metropolitana, invocando su intercesión para que
"Dios nos libere del mal que aflige a Brasil y el mundo". A bordo estaba
el párroco de la catedral, el padre Roney Rocha Carvalho, y durante el
viaje, todos los fieles fueron invitados a rezar rezando el rosario,
"formando así una gran cadena de oración en la ciudad".