DJIBOUTI (Agencia Fides, 25/03/2020) – “El enemigo ha llegado aquí a Djibouti: hay
dos casos confirmados”, escribe Mons. Giorgio Bertin, obispo de
Djibouti. “Nuestra catedral está cerrada desde el sábado pasado: solo
unos diez de nosotros que vivimos dentro del complejo continuamos
celebrando la misa. Comenzamos a transmitir las misas los jueves,
sábados y domingos por la noche en Facebook, así como el Via Crucis el
viernes por la noche. Los fieles han entendido y aprecian la importancia
de estas iniciativas", continúa el obispo. “Faltan voluntarios para el
servicio que ofrecemos con nuestra Caritas Djibouti a los niños de la
calle y nos hemos visto obligados a reducir las actividades. Los más
pobres podrían sufrir mucho. Entre las medidas preventivas ordenadas por
las autoridades locales, se ha cerrado el aeropuerto y se ha
interrumpido la línea de ferrocarril hacia Etiopía. Además, el personal
de servicio considerado no esencial debe quedarse en casa, las escuelas
cerraron desde el viernes pasado. Las mezquitas también están cerradas".
"La situación no es tan trágica - agrega Mons. Bertin -, pero debemos
estar en guardia porque las instalaciones sanitarias aquí son realmente
frágiles. Mucho ánimo también a vosotros en Roma y en Italia”, concluye.
El Ministerio de Salud local ha establecido un número gratuito para
informar a la población sobre las medidas de higiene que deben
observarse y con el cual comunicarse en caso de necesidad de un equipo
médico. Todos los días, las autoridades sanitarias envían un mensaje a
cada número local con las medidas de prevención a seguir.
Las autoridades sanitarias civiles y militares se han unido para
fortalecer el control sanitario en los puntos de llegada y preparar el
hospital de Bouffard para la cuarentena, así como un centro de
tratamiento para casos graves en el hospital de Arta.