Nippes, HAITÍ (Agencia Fides, 24/03/2020) – Ante la emergencia de salud que involucra cada
vez más a todos los países del mundo, Mons. Pierre-André Dumas, Obispo
de la diócesis de Anse-à-Veau et Miragoâne, en Haití, envió a Fides el
mensaje dirigido a los fieles de su diócesis. El texto comienza
explicando el significado de la Cuaresma, "para fortalecer nuestra vida
interior, porque solo así podremos encontrarnos con Dios y descubrir la
solidaridad con los demás".
"Considerando la evolución de la pandemia de coronavirus en Haití y en
el mundo, nos enfrentamos al riesgo de tener que cambiar nuestra vida
social y eclesial, que cuenta con una tradición de dos mil años. Por lo
tanto, teniendo en cuenta las medidas de nuestro gobierno y las
indicaciones de la Conferencia Episcopal de Haití, los invito a quedarse
en casa y hacer que cada casa se convierta en una Iglesia doméstica
para vivir en oración y solidaridad con los más pobres y enfermos ".
El obispo pide a los sacerdotes una mayor presencia pastoral en la
caridad, "para anunciar al pueblo de Dios y a los enfermos de Covid-19, a
los trabajadores de la salud, la indulgencia plenaria; celebrar la
Eucaristía con un grupo no mayor de 10 personas; suspender cualquier
actividad pastoral y religiosa con grupos parroquiales; asegurar que la
comunidad no entre en pánico, predicando el mensaje de que Dios nunca
abandona a su pueblo".
Finalmente, el Obispo invoca la protección de
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití, recordando que la
oración del pueblo se ha escuchado siempre en otras ocasiones.
Haití, el país más pobre de América, se ocupa de la emergencia sanitaria
del coronavirus con muy pocos recursos. De hecho, Haití vive en una
emergencia de salud "permanente", porque no existe un sistema nacional
de salud de facto. Los verdaderos centros de salud son las clínicas de
las ONG y de la Iglesia. Las primeras noticias de hace tres días
declararon 2 muertes por Covid-19, pero se supone que ahora hay varias
otras muertes por la misma causa. A partir del 20 de marzo, las escuelas
están cerradas y los puertos también están cerrados, hay controles en
todos los medios de transporte de mercancías. Se teme que las medidas
tomadas por el Presidente de Haití el día 20 no puedan detener la
movilidad de grupos de personas que van en busca de un trabajo ocasional
para ganarse lo necesario para la supervivencia diaria.