Roma,ITALIA (Agencia Fides, 31/03/2020) - “Crece la preocupación por las comunidades que
viven en zonas de guerra en todo el mundo, donde el acceso a la atención
primaria sanitaria es escasa e insuficiente. Las personas desplazadas
en estas áreas ya sufren de falta de agua potable, alimentos y servicios
sanitarios", subraya el Gran Hospitalario de la Orden de Malta,
Dominique de La Rochefoucauld-Montbel, en una nota enviada a Fides en la
que solicita una respuesta a la propagación de la pandemia de Covid-19
en regiones donde los sistemas médicos no pueden hacer frente ni
siquiera a las necesidades normales.
La Orden de Malta, presente en muchas áreas de conflicto, desde Medio
Oriente hasta África subsahariana, señala que 25 países africanos ya han
reportado casos de Covid-19. La Orden, que tiene muchas actividades
médicas en curso en unos 30 países africanos, está proporcionando
equipos de protección a sus médicos para que puedan continuar trabajando
al servicio de las comunidades locales.
El padre Gérard, fundador y presidente de la Hermandad del Beato
Gerardo, en Mandeni, Sudáfrica, una de las zonas más pobres del mundo,
advierte sobre un posible tsunami. De 59 millones de habitantes, el
número de personas enfermas por el momento, es todavía bajo, pero nos
encontramos ante un gran peligro, nuestras instalaciones de atención
médica no están a la altura y el virus se está propagando rápidamente en
el país". Según las previsiones del Ministro de Salud, el 60-70% de la
población sudafricana se infectará con el virus.
También se multiplican las preocupaciones sobre un posible brote de
coronavirus en Siria, que acaba de entra en su décimo año de guerra.
Solo en la provincia noroccidental de Idlib, casi un millón de personas
han huido de sus hogares en el último año debido a la violencia
continua. Muchos viven en asentamientos superpoblados, donde las
condiciones de higiene y saneamiento son muy malas. "La situación en el
noroeste de Siria ya era muy frágil antes de la epidemia de coronavirus,
ahora con casi un millón de nuevos desplazados internos en movimiento,
una rápida propagación del virus tendría consecuencias más allá de lo
imaginable. El sistema de salud no es capaz de lidiar con las
consecuencias de la guerra", explica Janine Janine Lietmeyer, líder de
Equipo de Medio Oriente de Malteser International, la agencia de ayuda
internacional de la Orden de Malta.
Las preocupaciones también se aplican a otros países que están
experimentando crisis humanitarias debido a guerras civiles, pobreza y
disturbios políticos. Jelena Kaifenheim, gerente regional de Malteser
International para las Américas, afirma: "En Colombia, tenemos un médico
enviado a la secretaría de salud de La Guajira para apoyar la gestión
de crisis. Las severas medidas de cuarentena en Colombia han creado
otras necesidades adicionales. La situación es dramática, especialmente
para los refugiados venezolanos y las poblaciones locales, que
sobreviven con trabajos humildes y que ahora luchan para poder
alimentarse”. La mayoría de ellos no tienen acceso a agua, jabón,
servicios de salud y no disponen de las condiciones básicas para poder
cumplir con las medidas de cuarentena.