Manila, FILIPINAS
(Agencia Fides, 28/03/2020) - La pandemia de coronavirus (COVID-19) ha afectado a
más naciones que las guerras mundiales. La epidemia está teniendo
impacto en todos los aspectos de la vida: familia, sociedad, negocios,
gobierno, educación, economía, religión. Durante la emergencia, los
gobiernos de todo el mundo han limitado el movimiento de los ciudadanos
para contener los contagios adoptando medidas de "distanciamiento
social". Como resultado de todo ello, las reuniones, conferencias,
encuentros han sido cancelados, con consecuencias significativas en las
prácticas religiosas. En esta fase única de la historia, la Iglesia
Católica en naciones de Asia como Filipinas, India, Japón, Indonesia,
Myanmar, Malasia, Vietnam, Corea del Sur, Sri Lanka, Bangladesh, al
invitar a los fieles a "quedarse en casa" ha recurrido a la tecnología
para mantener el contacto, la relación comunitaria y la práctica de
culto en un momento de crisis como este, sin precedentes.
Estos tiempos turbulentos han allanado el camino a la "iglesia digital" o
a la "comunidad virtual" en todos los países, debido a que las medidas
de cuarentena están en marcha en muchos países y todas las misas
públicas y otras liturgias en las iglesias están suspendidas. "Este es
un momento para unirse como comunidad de bautizados, para retirarse en
oración y arrodillarse para rezar unos por otros": en este espíritu, las
Iglesias asiáticas han aconsejado a los fieles que asistan a los
servicios religiosos en directo, “streaming” online o por cable, en las
redes de televisión locales o estaciones de radio, y han mejorado todos
los canales digitales, como las redes sociales, para llegar e
interactuar con los fieles. (- continua)
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