Roma, ITALIA (Agencia Fides, 24/03/2020) – El testimonio de Esteban, que culmina en el
martirio, “es una fuente de inspiración para la renovación de nuestras
comunidades cristianas. Estas están llamadas a ser cada vez más
misioneras, todos ellas orientadas hacia la evangelización", dijo el
Papa Francisco en el Ángelus de la fiesta de San Esteban, el 26 de
diciembre de 2019, invitando "a recordar a todos los mártires de ayer y
de hoy ― ¡hoy son muchos! ―, a sentirnos en comunión con ellos y
pedirles la gracia de vivir y morir con el nombre de Jesús en nuestros
corazones y en nuestros labios".
El día de la fiesta litúrgica de San Oscar Arnulfo Romero, el arzobispo
de San Salvador asesinado hace 40 años mientras celebraba misa,
canonizado por el Papa Francisco el 14 de octubre de 2018, las Obras
Misionales Pontificias nos invitan a recordar a los muchos misioneros
que han sido asesinados en el mundo solo porque anunciaban a Jesucristo.
Un recuerdo que no quiere ser una lista árida de nombres, fechas,
lugares, circunstancias más o menos sangrientas. Lo que pretende es
transmitir la herencia espiritual de muchos testigos de la fe, cuyos
eventos humanos no encuentran espacio en los circuitos de los medios
internacionales, pero que deben ser "una fuente de inspiración para la
renovación de nuestras comunidades cristianas, llamadas a ser cada vez
más misioneras", como lo pide el Papa Francisco. En esta especie de
Sábado Santo prolongado que los cristianos están experimentando en el
mundo a causa del coronavirus, donde no son convocados para las
celebraciones y las iglesias están vacías y silenciosas el testimonio de
estos hermanos y hermanas asesinados por haber sido testigos del
Evangelio de Jesucristo, quien murió y resucitó para nuestra salvación,
puede ayudarnos a esperar con confianza el amanecer del nuevo día, la
Pascua de la Resurrección, que todos ellos ya viven en plenitud.
Anualmente, la Agencia Fides recopila información relacionada con los
misioneros asesinados durante el año, utilizando el término "misionero"
para todos los bautizados. De algunos de ellos, como sucede con
frecuencia, la Iglesia podrá reconocer el "martirio" después de un
examen cuidadoso, abriendo el camino para la beatificación y la
canonización.
Según los datos recopilados por Fides, durante el año 2019 fueron
asesinados 29 misioneros en el mundo, en su mayoría sacerdotes: 18
sacerdotes, 1 diácono permanente, 2 religiosos no sacerdotes, 2
religiosas y 6 laicos. Después de ocho años consecutivos en los que el
mayor número de misioneros asesinados se registró en América, desde 2018
África ha pasado a ocupar el primer puesto de este trágico ranking. En
África, durante el 2019 fueron asesinados 12 sacerdotes, 1 religioso, 1
religiosa y 1 laica (15 en total). En América fueron asesinados 6
sacerdotes, 1 diácono permanente, 1 religioso y 4 laicos (12 en total).
En Asia, fue asesinada 1 mujer laica mientras que en Europa, 1
religiosa.
En la década 1980-1989, perdieron la vida de forma violenta 115
misioneros. Sin embargo, esta cifra es indudablemente inferior porque se
refiere solo a los casos comprobados y de los cuales ha habido
noticias. El resumen de los años 1990-2000 presenta un total de 604
misioneros asesinados, considerando que el genocidio en Ruanda (1994)
causó al menos 248 víctimas entre el personal eclesiástico. En los años
2001-2019, el número total de pastores asesinados fue de 485.