Yaoundé, CAMERÚN (Agencia Fides, 22/04/2020) – “Después de tantos años luchando y matándose
unos a otros, ahora es el momento de la paz", escribe el arzobispo
Andrew Nkea Fuanya de Bamenda, arzobispo de Bamenda, en la carta
pastoral "Ahora es tiempo de paz", publicada el 17 de abril, en la que
lanza un llamamiento para poner fin a la violencia en las dos regiones
anglófonas que luchan por separarse de Camerún.
“Como todos deberíamos haber aprendido, es fácil comenzar una guerra,
pero nunca es fácil terminarla. Con violencia, masacres y devastación se
pierde todo; pero podemos lograr tener de nuevo todo buscando
sinceramente la justicia, la reconciliación y la paz" subraya el
arzobispo Nkea.
Recordando su papel de "Pastor del rebaño", el arzobispo de Bamenda
afirma tener el deber de "asegurarse de que los lobos no devoren a las
ovejas de Dios o que las ovejas más fuertes no maten a las más débiles".
“Cada uno de nosotros tiene el derecho y una razón para reaccionar
contra cualquier injusticia cometida", dice Monseñor Nkea, pero esto no
significa que debemos recurrir a la violencia. "Buscar la paz o un alto
el fuego no es un signo de debilidad o cobardía; por el contrario,
muestra madurez y sincero amor por la patria y por los demás”.
En febrero, en una carta abierta al presidente de Camerún, Paul Biya, 16
obispos de 10 países en todos los continentes, pidieron "una solución
duradera a los problemas de Camerún" a través de "un proceso de
mediación que incluya a los grupos armados separatistas y a los líderes
de la sociedad civil no violenta".
En la carta, los obispos recordaron que "la violencia y las atrocidades
cometidas por todas las partes en el conflicto obligaron a 656,000
cameruneses de habla inglesa a abandonar sus hogares, 800,000 niños ya
no van a la escuela (incluidos 400,000 alumnos de escuelas católicas),
50,000 personas huyeron a Nigeria, destruyeron cientos de aldeas y
mataron al menos a 2,000 personas".