Roma, ITALIA (Agencia Fides, 28/04/2020) – Las Hermanas de Don Orione (Pequeñas Hermanas
Misioneras de la Caridad, PSMC) de la Provincia italiana han lanzado un
llamamiento para hacer frente a este momento tan difícil, en el que la
pandemia de Covid-19 ha golpeado especialmente las regiones y
actividades del norte de Italia. En este momento de emergencia, las PSMC
continúan llevando a cabo su trabajo de asistencia en todo el mundo,
tratando de hacer frente a las nuevas dificultades. En Italia se ocupan
de los niños discapacitados del Piccolo Cottolengo, de las
discapacitadas de Casa Serena, de las comunidades de menores de Cusano
Milanino, Palermo, Castelnuovo Scrivia y de todos los acogidos de las
casas de ancianos, así como de las religiosas mayores de la Casa Madre.
“Ha pasado más de un mes y medio - escribe la hermana Gabriella Perazzi,
tesorera provincial -, desde que de repente la vida de todos cambió en
muchas cosas para peor, espero y creo que lo mejor lo veremos más
adelante. Sin embargo, hay algo que se ha mantenido estable: nuestro
trabajo de asistencia y cuidado de nuestros discapacitados, ancianos y
menores en las muchas realidades que gestionamos junto con el personal
laico. En este momento de prueba que intentamos superar lo mejor que
podemos, desafortunadamente también hemos tenido que llorar la pérdida
de 9 de nuestras hermanas y seguimos sintiendo temor por muchas otras
que todavía están luchando con este enemigo invisible”. “Necesitamos -
escribe la hermana Gabriella -, ayuda, tanto financiera como para cubrir
las necesidades básicas: alimentos, artículos de higiene personal y
productos de limpieza, pañales, guantes, medicamentos, artículos
médicos, etc. Todo se distribuirá, según sea necesario, en nuestras
casas de la provincia italiana".
La Superiora general de las PSMC, la hermana M. Mabel Spagnuolo, tomando
como referencia la Carta del Santo Padre a todos los fieles para el mes
de mayo de 2020, publicada el 25 de abril, ha invitado a toda la
congregación a celebrar un Mes mariano especial, "con el objetivo de
encomendar toda la humanidad a María en este tiempo de gran sufrimiento y
para pedir a Dios, por su intercesión, la gracia del fin de esta
pandemia". "Don Orione - escribe la Superiora General - ha consagrado y
encomendado muchas veces su Pequeña Obra y sus hijos e hijas a María
Santísima, Inmaculada y Madre de Dios, y él mismo habría aceptado esta
invitación del Papa con gran fe, entusiasmo y devoción, involucrando al
mayor número de personas”.