Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 27/04/2020) - “Nuestra primera preocupación es que nadie pase
hambre, por lo que proporcionaremos a los pobres alimentos y medicinas;
las familias sin ingresos mensuales tendrán prioridad", lo dice a la
Agencia Fides el director de Caritas Líbano, el carmelita p. Michel
Abboud, informando sobre la situación en el Líbano en estos tiempos de
Covid-19. El religioso ha sido director oficial desde el 31 de marzo,
pero lleva trabajando desde noviembre de 2019, cuando fue elegido
durante la 53 asamblea de patriarcas y obispos católicos en el Líbano.
Según los datos proporcionados a Fides por Caritas, hay más de 12.500
familias que necesitan apoyo y asistencia para sobrevivir. Actualmente,
1.200 voluntarios junto con 750 agentes de Caritas han distribuido más
de 2.000 porciones de alimentos, viajando entre las diferentes regiones
del Líbano.
“Desde el comienzo de la crisis relacionada con la emergencia del
coronavirus, Cáritas ha lanzado un llamamiento a la solidaridad,
poniendo a disposición una línea telefónica especial para recoger
donaciones: el número de llamadas ha excedido las 33.000 en dos
semanas”, señala el p. Abboud. El Líbano ha logrado contener el efecto
devastador del Covid-19 al imponer el aislamiento del país durante más
de un mes; sin embargo, la emergencia política y socioeconómica del país
que lleva meses ejerciendo presión sobre las familias reducidas al
límite de su capacidad, ha aumentado.
“Los centros de atención médica, ubicados en las zonas más pobres del
país, continúan operando con horarios reducidos para garantizar el apoyo
no solo a los libaneses sino también a los refugiados sirios y
cualquier persona necesitada. Debido a la pandemia de Coronavirus y,
posteriormente, a las medidas restrictivas impuestas por el estado, las
clínicas móviles solo proporcionan medicamentos a quienes los reservan
con anticipación, a la espera de poder volver a proporcionar los
servicios médicos gratuitos interrumpidos por la emergencia", explica el
director de la Agencia Fides.
Cáritas Líbano había comenzado muchas iniciativas y proyectos, en
colaboración con varios organismos eclesiásticos, mediáticos y
estatales, como recaudación de fondos y asistencia legal para los más
marginados. “La crisis continuará, el dolor aumentará, la pobreza
empeorará y Cáritas no podrá satisfacer las necesidades de todos. Pero
intentaremos con todas nuestras fuerzas, alzando nuestra voz, pedir
ayuda e instar a las personas de buena voluntad a llevar esperanza a
todas las familias necesitadas", concluye el padre Michel.