Belén, TIERRA SANTA (Agencia Fides, 21/04/2020) – “El Covid 19 ha causado el cierre total, el
aislamiento geográfico y el aislamiento económico de la región de Belén.
Las familias no tienen suficiente dinero para comprar alimentos, sin
mencionar el tratamiento médico. En el Hospital de la Sagrada Familia
faltan equipos médicos importantes, lo que pone en peligro la vida de
nuestros recién nacidos, muchos de los cuales prematuros con menos de 32
semanas de gestación. También hay una gran escasez de mascarillas y un
problema de disponibilidad de sangre. Estamos al límite": es la alarma
lanzada por Michelle Bowe, Embajadora de la Orden de Malta en Palestina. En una nota de la Orden, recibida en la Agencia Fides, se afirma que el
Hospital de la Sagrada Familia de Belén, administrado por la Orden de
Malta desde hace 30 años, se está preparando para la epidemia, siendo el
único hospital en la región que tiene una unidad de cuidados intensivos
neonatales - según se afirma en la nota -,
capaz de hacer nacer y salvar las vidas de bebés nacidos antes de las 32
semanas de gestación. Su funcionamiento es esencial, dado que la
mortalidad infantil en la región es actualmente cinco veces mayor que la
de los países más desarrollados y puede atribuirse a la falta de
atención prenatal, la pobreza y las barreras para la atención sanitaria.
Pero, ¿cómo está respondiendo Palestina a un posible aumento en el
número de casos de Covid-19 y cómo puede el sistema de salud prepararse
para realizar una respuesta efectiva a pesar de las difíciles
condiciones de vida? Para abordar estos problemas urgentes, el gobierno
de la Orden de Malta, junto con el grupo de expertos de Londres "Forward
Thinking", ha lanzado el proyecto "Doctor to Doctor", que permite la
conexión en una plataforma virtual de expertos sanitarios para compartir
conocimientos y promover una mejor comprensión de "buenas prácticas",
protocolos y estrategias a adoptar para contener el contagio por
Coronavirus entre la población. Según lo informado por la nota de la
Orden de Malta enviada a Fides, el proyecto tiene como objetivo ayudar a
los países que están sujetos a ocupación, que sufren disturbios
políticos, desafíos económicos, conflictos en curso o que son víctimas
de los efectos de la crisis en los países
vecinos, para abordar la pandemia; el proyecto se repetirá en los
próximos días con otros países, comenzando con Jordania y Líbano.
Hasta el momento se han celebrado dos talleres separados entre médicos
palestinos y un grupo de expertos en primera línea en la gestión de la
crisis de salud causada por Covid 19. Aunque la Franja de Gaza tiene
menos de 20 casos confirmados de Covid 19, la densidad de población es
muy alta y la escasa infraestructura hace que las medidas de
distanciamiento social sean extremadamente difíciles. Para continuar la
cuarentena de manera efectiva, dice la Orden de Malta, Gaza necesita
test suficientes para asegurarse de que nadie salga del aislamiento
prematuramente, medicamentos para tratar a pacientes que llegan de otros
países y mascarillas para proteger al personal médico y de seguridad de
los centros de cuarentena.
En el caso de una epidemia en Gaza, la alta densidad de población
probablemente causaría muchos más casos, y en muchas ocasiones pasaría
desapercibida hasta que se presentasen síntomas graves, con la necesidad
de hospitalización para un gran número de pacientes con costosas
unidades de cuidados intensivos, muy escasas en la región.
"El Covid 19 - concluye la nota de la Orden de Malta - representa un
enemigo común para quienes viven en Israel y Palestina. No respeta
fronteras, no ve puntos de control, ni pertenece a una facción ni a un
partido político. Por lo tanto, se necesita una respuesta bilateral de
salud pública para frenar el contagio. La crisis representa una
oportunidad para que todas las partes en el conflicto israelo-palestino
revisen su relación para facilitar una respuesta médica conjunta y
efectiva al virus”.