Loreto, PERÚ (Agencia Fides, 22/04/2020) – Ante la emergencia sanitaria mundial, la
Coordinación Nacional de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas
solicitó al gobierno peruano directrices precisas y específicas para las
comunidades de la selva peruana. Según la nota enviada a Fides, esta es
una solicitud de estrategias y acciones apropiadas para salvaguardar la
integridad y los derechos de los pueblos indígenas. Entre los 15
miembros de la Coordinación también están las instituciones de la
Iglesia Católica, como Caritas, las Comisiones de pastoral social de los
Vicariatos Apostólicos y las Comisiones de acción social que colaboran
con la Conferencia Episcopal Peruana.
Por lo tanto, no se trata solo de solicitudes de ayuda económica, ya que
el país detuvo el comercio de alimentos que llegan a estas áreas de
difícil acceso, sino sobre todo en términos de protección, prevención y
rescate de la salud, luego de la localización particular de las
comunidades en la selva.
Por ejemplo, se pide el control de salud de las personas que llegan a
estas comunidades, porque, como dicen los testimonios enviados a Fides
por los misioneros que trabajan aquí, pueden llegar comerciantes
infectados o delegados del gobierno, que pueden transmitir el virus a
una comunidad que no tendrá contactos con la capital hasta después de 15
días. No tener centros de salud para asistir a un paciente de este
tipo, podría causar una verdadera tragedia, exterminando a toda la
comunidad.
Instintivamente, las comunidades de Manseriche rechazaron los paquetes de alimentos por temor a contraer Covid-19.
Los nativos de las comunidades nativas de Yurapaga y Apaga, en el
distrito de Manseriche, en la provincia de Datem del Marañón, Loreto en
Perú, han decidido no recibir las parcelas con alimentos básicos,
entregados por el municipio del distrito, por temor a que las bolsas de
los alimentos contengan el virus Covid-19.
La noticia fue comunicada por el alcalde del distrito, Claudio Wampuch
Bitap, quien informó que las familias del área en cuestión, consideradas
beneficiarias de las parcelas, siempre se han negado a recibirlas,
porque creen que el virus puede estar en los envoltorios de los
productos, ya que Los productos son traídos de la costa. Ante el
rechazo, se decidió entregar la comida a familias varadas en otras
partes del Perú, que no pudieron llegar a sus lugares de origen debido a
la cuarentena.